Mamá sabía todo y de todo
Por eso siempre tenía una
respuesta a mano y justa para la ocasión, en que Daniela o yo le
preguntaríamos aspectos existenciales de la vida
La solvencia con la que exponía
los argumentos era tal, que no solo cerraba el tema, sino que sellaba esas
palabras en nuestro expresar
Claro que a veces se le iba la
mano en esa solvencia
Un medio día de domingo, en
viaje a lo de mi abuela en tren, había un club con mucha gente en la pileta, y
chicos que se arrojaban desde el trampolín; a escasos metros de la estación de
tren; con Daniela, mirábamos como chicos que éramos, con un dejo de… y porque
nosotros no ¿?
Mi hermana era inquieta; yo
era más reservado; pero a ambos nos pasaba lo mismo
Así que Daniela, asumió la
representatividad de la hermandad y encaró a mi Vieja: “Mamá porque hay tanta
gente disfrutando de la pileta y nosotros nunca vamos a ningún lado??”
A lo que Madre, con su sabiduría
respondió
-
“NO VES… ESA POBRE
GENTE NO TIENE DONDE IR”
En lo que respectó a mí mató
la carta con su respuesta; pero Daniela… siempre tenía una bala más y la tiró
ahí mismo
“COMO QUE NO TIENEN DONDE
IR?? ESTAN EN LA PILETA??”
-
“¡¡¡SI DANY, PERO
ES PORQUE SON MUCHOS y NO TIENEN EN SU CASA!!!”
Mi hermana hizo un gesto,
como “eso no lo escuche nunca” y me miró como diciendo “INCREIBLE”
Hasta llegar, para
distraernos, mi Viejo nos hizo jugar al entretenido juego de “Ni Si, Ni No, Ni
Blanco, Ni Negro” que extrañamente siempre ganaba el
Al llegar a la estación
destino, teníamos para caminar unas 10 cuadras, hasta llegar de los abuelos
No sé porque, pero siempre
íbamos adelante una o dos veredas, con Daniela de la mano y detrás mis viejos,
del brazo conversando animadamente; de tanto en tanto, un chiflido de mi viejo
o un llamado de atención de mi vieja por si con mi hermana, nos salíamos de su
vista
Antes de cruzar la avenida,
una señora con cinco chiquitos de su mano, estaban pidiendo ayuda a todos
quienes cruzaban en el camino.
Hablaron con Mamá y Papá y
vimos que algo le dieron
Antes de llegar, por lo bajo
le preguntamos a Mamá, que les había pedido la señora; y mi vieja nos respondió:
“POBRE GENTE, NO TIENE DONDE IR”
Daniela no dejó enfriar la
respuesta de Mamá y disparó: “CLARO ADEMAS SON MUCHOS”
Ahí comprendimos todo.
Esa señora con sus chiquitos,
seguro iban a la pileta
Cuánta verdad y sabias las palabras de la madre de Daniela. Me gustó. No todo es posible en la vida. Buena tarde Patricio.
ResponderBorrarLa Madre de Daniela era muy Sabia. Gracias Elsa. Paz y Bien
Borrar¡Qué maravilla, Patricio!
ResponderBorrarLos imaginé chiquititos los dos caminando de la mano mientras tus papás les seguían a distancia.
La inocencia tuya resalta en ese fin de la historia.
Un agrado enorme es verte en tus letras.
Muchas Gracias Viviana !!! Paz y Bien
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