El triste y anunciado final del MITRE

La historia termino mal

Los que no fueron detenidos, cambiaron de identidad

Desde que cuando comenzó se veía como iba a ser el final

Si ellos mismos sabían, que no tenían ninguna posibilidad

Ya se los había dicho la tía Julia: Ustedes no van a poder¡! (la tía tenía mucha visión de futuro)

A las claras se advertía: cómo van a formar una célula fundamentalista opositora al claustro represor del Capital, siendo los propietarios de una casa de cambio de divisas monetarias, ilegal ¿?

Hay que ser o muy vivos o unos soberanos pelotudos; y la balanza estaba inclinada totalmente para la segunda opción

Sus hostiles movimientos y anuncios provocadores los lanzaban con panfletos, con consignas amenazantes, y al pie de la firma se identificaban con el mote de: “MOVIMIENTO INDEPENDENTISTA TOTALITARIO REPRESENTATIVO ETARIO” el MITRE se presentaba en sociedad prometiendo hacer justicia desde la clandestinidad, y se les escapó un detalle que los panfletos tenían el sello de la imprenta del subsuelo de la entidad y el fotógrafo les tomó la imagen del grupo sin estar encapuchados, por lo que desde ese momento, todo el mundo supo de quienes se trataba

Un comienzo poco alentador, para tan osada misión

El jefe de la sucursal, devenido a líder de la banda, le faltaban 45 materias para ser contador, pero estaba cursando el curso de ingreso a la facultad y eso le otorgaba el privilegio de ubicarse por encima de todos y le daba prestigio ante el resto de los miembros que todavía no habían rendido gimnasia en la secundaria y por eso no tenían el diploma

El primer golpe fue un robo que marcó una época. En un procedimiento sin precedentes, por su estrategia y organización, se equivocaron de calle y en lugar de asaltar el camión de caudales, se hicieron con 16 docenas de sandías que transportaba don Pepe en su camioncito

Al pobre viejo mil veces le hicieron jurar que no le contaría a nadie ese error de cálculo que tuvieron y como muestra de buena voluntad, los componentes del MITRE que llevaron adelante el fallido robo llevaron las sandias hasta le verdulería de don Pepe y las acomodaron en la puerta sobre los cajones inclinados en la pared

Sin embargo, lejos de amedrentarse, esa faena, les dio impulso y los llenó de ánimo. No había terminado del todo mal; al fin de cuentas sirvió para demostrar que pudo haber sido peor y bajo esa mirada, forjaron su próximo delito: UN SECUESTRO

Para eso, aprendiendo de los errores pasados, se tomaron tiempo, para no volver a cometerlos

Así las cosas, al otro día y con media hora de planificación, emprendieron viaje para hacerse de su víctima: EL PERRO DEL LOCAL lindante a su casa de cambio, que le habían tomado bronca, el día que garroneó a uno de ellos y porque además siempre meaba en el árbol de su vereda

Uno se disfrazó de vagabundo y para despistar mangaba guita y revisaba la basura. Otro de portero, en el edificio de enfrente, para campanear todos los movimientos, disimulaba manguereando la vereda; el líder de la banda, montado en una bici, se hizo pasar por un repartidor de delibery; el resto de los miembros componentes, fueron hasta la tienda de mascotas a comprar alimento, collar y demás accesorios, para mantener en cautiverio al Can, mientras negocien el monto por su rescate; como no consiguieron alimento balanceado para perros, se llevaron una bolsa de alpiste y otra de mijo

En esta ocasión, fueron muy profesionales. Se llevaron la mascota, cuando estaba orinando en el árbol. Para no perder tiempo, lo levantaron, aun cuando no había terminado, razón por la cual, el disfrazado de vagabundo, ahora estaba meado por los perros

La hora pactada para reunirse, luego de consumar el secuestro, era a las 12 del medio día en el estacionamiento del super mercado; faltaba el que se había hecho pasar por portero, que tuvo que abonar una multa a un inspector municipal, por cometer la infracción de lavar la vereda pasado el horario permitido; y el jefe se demoró porque había ido hasta villa Urquiza a entregar un pedido en la bici

Todo, para no levantar sospechas

Una vez reunidos, se trasladaron hasta los fondos de la casa de cambio, donde habían montado un canil

Les costó un poco, introducir dentro al pobre animal, porque si bien las dimensiones eran inmensas, lo habían mandado a fabricar, con el toncho, primo de la ex del tipo, que les alquila el local; y el muy boludo lo hizo con restos de peceras, que tenía de su abuelo, fallecido hacía poco, y no le había hecho puertas y hasta se las había llenado de agua…

Hasta que la vaciaron, se putearon entre ellos, porque además no podían hacer callar los ladridos del rope que estaba muerto de hambre lo peor fue cuando lo intentaron calmar, dándole de comer alpiste¡!!

Ahí se pudrió todo; se tomaron a golpes de puño, ante la mirada atónita del animalito, que aprovechó, para pegar un salto y salir corriendo para la calle

Tanto movimiento alertó al comando policial, que justo estaba cambiando pesos en el local; ¡¡desenfundaron sus armas y dieron la voz de Alto!! Que el único que acató fue el perro, que se detuvo para comer restos de galletita que el empleado dejó caer al piso

Por Handy se solicitaron refuerzos y le enviaron un Drone dirigido desde la central

Las imágenes captadas desde el aire fueron condenatorias: El tipo de cambio no podía ser¡!! Estaba alterando la pasividad del mercado, al cotizar menos que en el centro de la ciudad

En hilera los metieron en el camión celular y la historia es bien conocida

Ya se los había dicho la tía Julia: Ustedes no van a poder¡! (la tía tenía mucha visión de futuro; era la ex del dueño que les alquilaba el local)