miércoles, 27 de marzo de 2024

A Dios Rogando

La Biblia es hueca, dijo. Sin pensar, seguramente en todo el lío que se armaría por esa frase. Raro, porque era un tipo que portaba todos los sacramentos (menos la extremaunción) y asistía a misa de 10 todos los domingos. Claro que llamó la atención del Padre Penedo, quien fue el primero que en confesión le pidió que pensara en lo dicho y se arrepintiera. Pero Josecho mantuvo su palabra. Desde el día que lo dijo hasta el momento que quedó solo, cuando lo condenó la sociedad toda, por hereje

Paso primero en la comunidad parroquial del barrio; luego se extendió a la diócesis, y finalmente llegó hasta el vaticano. Las autoridades municipales tuvieron que emitir una ordenanza para evitar conglomeraciones en la puerta de la casa de Josecho, porque la turba fuera de control lo quería linchar, convencida que era una falsa profecía. El presidente de la Nación intercedió ante la ONU que inmediatamente puso en agenda el tema, temiendo el origen de una célula terrorista, enmascarada en un líder carismático

Un escándalo a escala mundial donde todos coincidían plenamente, que se trataba no solo de una blasfemia sino de una provocación vinculada al maligno

Laicos, ateos, agnósticos, y profesantes de todos los credos, unidos por primera vez en la historia de la humanidad para condenar el hecho, por considerarlo aberrante desde la raíz de toda concepción mística, sea cual fuere el Dios en donde basaban su prédica y su Fe.

Alarmada por las crecientes agresiones y avizorando que no se reflejaba en el horizonte la esperada calma del olvido, la familia de Josecho, hizo un intento desesperado para atenuar la situación, y al menos tenga un tinte de piedad con la esperanza que la palabra de su pariente tenga derecho a réplica.

Pero nada de eso ocurrió, porque Josecho se mantuvo firme como Jesús ante Poncio Pilatos, y ante una multitud enardecida que presenciaba su defensa, volvió a repetir lo mismo: “La Biblia es hueca”

Ya al límite de la paciencia, el clero en su conjunto decide excomulgar al sacrílego y retirar de la iglesia el cuadro de San Expedito que había restaurado.

Camino a su casa, escoltado por una fuerte custodia policial, vivió hasta el fin de sus días, encerrado en su cuarto.

El día que expiró, acompañado tan solo por su enfermero, Josecho señalo la biblioteca antes de cerrar sus ojos.

La casa fue puesta en venta, con todo el mobiliario.

Una joven pareja compró la vivienda y la remodeló por completo. Todo menos el salón de biblioteca donde había muy buena cantidad de libros; de muy variada calidad y contenidos. Muchos de literatura, bastantes de historia y una Biblia ubicada al centro del gran mueble.

Al parecer les causó un gran impacto. Al día siguiente, la pareja se presentó a primera hora en el banco a saldar su crédito. Dirían a sus conocidos que el milagro de aquella Biblia les permitió saldar su préstamo

La Biblia hueca en su interior contenía muchos miles de dólares que el bueno de Josecho había juntado para donar una parte a la iglesia y otra a su familia.

 

Imagen: https://periodicobuenasnuevas.com/libro-o-biblioteca/

miércoles, 6 de marzo de 2024

La traición de Pedro

Más que amigos eran hermanos. Se conocían casi desde la cuna. Vivian en casas lindantes. Atravesaron la infancia vestidos con las mimas anécdotas. Compartieron el banco todos los años de la escuela. Fueron juntos a catecismo. En todas las fotos estaban uno al lado del otro. Eran muy compinches; ambos sabían todo uno del otro. Muy unidos, así eran Juan y Pedro. Todo el mundo que los conocía decía eso. Es más, a nadie se le ocurría hablar mal de uno delante del otro, porque te la cobraban. No lo permitían. Su amistad era sagrada. Estaba por encima de cualquier cosa.

Por eso nadie se explicaba, porque se pelearon a muerte. Tan repentinamente. Sin nada que hubiera hecho prever el desenlace. Hombres de códigos, nada iban a decir.

Fue muy llamativo, como de un momento a otro, cortaron todo tipo de relación. Tanto que Juan tomó la drástica decisión de mudarse de casa y de barrio, para no tener que compartir ni el humo de los asados.

Tan contundente fue, que causó conmoción entre los vecinos. Los que, ante la falta de información, fueron en busca de Doña Ester, quien, por su condición de Chusma, algo debería saber. Solía estar siempre en la puerta de su casa o mirando por la ventana. Doña Ester tenía que saber… y sabia nomás.

Así fue que escoba en mano, comenzó a soltar la lengua y quienes lo escuchaban no podían creer lo que pasó.

La señora Isabel Palacio de Arnedo, presidente de la Cooperadora de la Sociedad de Fomento, se retiró indignadísima, junto a su hija, porque no quería que escuchará más la obscenidad de ese relato.

Los vecinos, fuera de sí, decidieron seguir a la Señora de Arnedo para hacer justicia por mano propia, y se llegaron hasta la casa de Pedro. Para sorpresa de todos, lo encontraron muy tranquilo arreglando los rosales del jardín, acción que desoriento a la turba. Si Pedro salía corriendo, les hubiera facilitado la decisión de lincharlo. Esa condición los obligó a hacer algo que no tenían pensado, que era hablar. Sin más remedio, lo rodearon y comenzaron a atosigarlo con cuestionamientos. “Cómo fuiste capaz de traicionar así a tu hermano” “Si te queda algo de dignidad, deberías pedirle disculpas a la familia” y así siguieron los planteos, que eran respondidos con total indiferencia por el acusado popular.

Terminaron ¡!! Les dijo mirando a todos a los ojos. Cómo pensaron todas esas calamidades¡? No pudieron pensar un poquito al menos ¿?

Es más, todavía no sé porque Juan se lo tomó tan a pecho. Si quien me dijo que su hermana estaba necesitando un favor, fue el, por la confianza que me tenía. Ustedes saben, que linda que es Andrea. Todo el mundo anda tras ella. Por eso mi amigo me confió a su hermana y yo hice lo que ella me pidió. Necesitaba presentar un formulario para obtener la ciudadanía española y como estaba ocupada con cosas de la facultad, fui a hacerle el trámite en el Consulado que me demoró toda la mañana

Nadie entendía nada. “Entonces porque Juan se fue del barrio tan avergonzado ??”

Lo que pasó es que ese día, era jueves de fulbito y por el favor que le hice a su hermana llegué tarde a la cancha. Cuando los muchachos me preguntaron que me había pasado, les dije la verdad. “ESTUVE TODA LA MAÑANA HACIENDOLE LA COLA A LA HERMANA DE JUAN” 

 

Imagen: https://www.facebook.com/p/YO-SOY-MAS-CHUSMA-QUE-LAS-VIEJAS-QUE-SALEN-A-BARRER-LAS-VEREDAS-100066864954026/

domingo, 3 de marzo de 2024