El viejo, sabía una bocha
Pero no solo eso; además era
un asesino del aula y venía precedido de una fama que año tras año, no solo sostenía,
sino que incrementaba: ES IMPOSIBLE APROBAR con este tipo
Buena persona. Viejo de
siesta y mate; le gustaban los burros y las barajas, pero entraba al aula y se transformaba
El clima se transformaba en
tenebroso y el miedo se apoderaba de la escena
No había quien, lo haya
tenido que no le tenga miedo o haya pasado a valores
Solo tenía una cátedra, de la
cual era el titular: Termodinámica
Filtro de la carrera de
Ingeniería. La mayoría recursaba termodinámica, al menos 3 años y la rendía 10 veces
por arriba de las patas
Ya desde primer año, sabías que,
si llegabas al último año, solo te recibirías si pasabas al viejo; que es como
decir, si llegabas a pasar a Passarella, todavía te queda Fillol…
Conforme pasaban los años,
avanzaba con firmeza, siempre mirando el fixture… en la última fecha me toca el
viejo
En el durante, las historias
que se contaban en los pasillos de la Universidad eran tremendas
Era imposible que no influya,
por más concentrado que estaba; porque además el tipo tenía banca en rectorado
y por más que uno piense en hacer una denuncia, con que argumento ibas a ir… No
me aprueba ¿?
La locura iba in crescendo y
las materias aprobadas, me acercaban al viejo y llegó nomás el tiempo de enfrentarnos…
Materia anual. Con dos
parciales. Una carga horaria tremenda. Dos días por semana; un día de 4 horas y
el otro de 2 horas
Se había puesto tan rancio…
eran tan exigente… su impronta era un mix entre el tecnicismo de su saber y el
carácter que imponía
Realmente estaba comprobando in
situ, todo cuando de él se decía, y creo que se quedaban cortos.
Tremenda presión, entre el
objetivo ahí… y lo difícil que se había puesto la situación. Confieso que hasta
pensé en dejar…
De hecho, así lo plantee en
mi casa, una noche el llegar. Extenuado. Abatido. Realmente, tuve que reconocer
que tenía miedo. MIEDO¡!!
No se si al viejo. Creo (hoy mirándolo
con otros ojos) que era más de perspectiva, de dimensión que otra cosa
Lo hablamos. En realidad, me
comí una tremenda cagada a pedos. AHORA VAS A ABANDONAR ¿? Y una serie de epítetos
irreproducibles, pero ciertamente efectivos
Me tocaron el orgullo. Me llevaron
a repasar mi historia. Esto no era solo para mi… era por todo el camino que había
recorrido; por cuantas cosas había dejado de lado. Cuanto sacrificio habían
hecho, quienes me habían acompañado y así por un par de horas largas y quedamos
en que me dé la oportunidad de medir fuerzas con el viejo.
Tenía que ponerme a prueba. Ver
cómo es la madera de que estoy hecho y demás cosas que sirvieron como
condimento al tremendo cagazo que me invadía
Me quedé en silencio. Cerré el
día pensando. Rezando
Al otro día, mirándome al
espejo, reclamaba al tipo que se estaba afeitando: SI YO NUNCA FUI CAGON¡! Me dije
y seguí adelante
Allá por julio terminó el
cuatrimestre y en agosto programaron el primer parcial. Dijo el viejo en la
última clase: “PUEDEN VENIR CON LIBROS, CALCULADORAS DE CUALQUIER TIPO, y SI
QUIEREN CON FISICOS y MATEMATICOS, PARA RENDIR EL EXAMEN. SERA SOLO UN PROBLEMA”
Uffff… laaaa mierdaaaa; que
mojada de oreja por Diosss
El parcial se vino encima y
yo casi me hago encima, cuando vi la cantidad de gente para rendir; los recursantes
y previos que alimentaban las historias que tantas veces escuché, estaban a mi
lado, temblando como hojas en otoño
El mismo viejo, nos ubicó
pupitre por pupitre.
Te trataba de usted, y te
clavaba la mirada
A los recursantes y previos,
los ubicó primero, del lado de la pared que daba a la puerta; un
presentimiento, me decía, que tenía su sentido, y en el medio del examen lo
comprobé. En media hora estaban todos afuera
Una mala noticia para ellos y
para mi también, porque me dejó todo el flanco derecho descubierto, ya que a mi
me ubicó justo al centro geográfico del aula (debe saber que juego de 5 pensé
graciosamente para darme animo)
Tal lo prometido. Un solo
problema era el examen. El mismo lo escribió con tiza en el pizarrón
Honestamente, eran 3
renglones con un dato
Pero cuando terminó de
escribir y dijo “TIENEN UNA HORA”, comprendí definitivamente y para siempre,
cuanto es el valor concreto de cada segundo…
Porque iba media hora de
examen y no había escrito nada en mi hoja, y para entonces el aula estaba con la
mitad de gente
Se escuchaban soplidos y resoplidos;
chistidos de queja; puteadas por lo bajo; alguno tiró “Gordooo pásame algo”;
que mierda te voy a pasar boludo, le dije inclinando mi cuerpo, como amagándole
al ocho rival, mostrándole mi hoja en blanco
Esto es el fin ¡! Pensé
Pero no. Acudió a mi San
Expedito y La Virgen de los desata nudos juntos, porque en el preciso momento
que me iba a entregar declarándome boleta… recordé lo que me había dicho
Osvaldo (Martinez) quien era su adjunto en la cátedra. Más joven y muy
pedagógico al explicar, y que además había sido también su alumno, hacía
algunos años… “ACUERDENSE LO QUE LES VOY A DECIR; EL EXAMEN ES UNA PAVADA; PERO
DEL MIEDO USTEDES NO VAN A PENSAR; NO SE ASUSTEN. LEAN BIEN Y SI TIENEN CLARO
LOS CONCEPTOS, LO SACAN EN 5 MINUTOS”
También recordé la charla en
casa y me di la oportunidad de ponerme a prueba. Pare la pelota. Miré el panorama.
Ahí se abrió la cancha, como dijo Osvaldo y pude ver la solución. En voz baja
me dije “no puede ser esta boludez”, pero con Fe encaré y en dos pasos hice una
ecuación y un gráfico en la hoja, mientras el viejo, ¡¡ya reclamaba
“ENTREGUEN...!!” cuando me paré seguro, encaré el escritorio donde estaba el
viejo. Sentí que había pasado a Passarella y me venía corriendo de atrás y
estaba frente a frente con Fillol…
Mira la hoja… de un lado y de
otro (TOC que adquirí con el paso del tiempo) me guiña un ojo y me dice MUY
BUENO LO SUYO y estampa un 7 (siete) que fui a gritar abrazado con la historia
y con quienes me habían recordado quien era y de dónde venía
Aprobé Termodinámica y el
resto de las materias, y para fin de año, me llevé el título que fue celebrado como
corresponde. Guardando en mi recuerdo, aquella proeza, habiendo aprendido, del
Viejo, de Osvaldo y del amor de quienes me rodeaban, que jamás hay que
subestimar al miedo
Solo hay que enfrentarlo