Transité por la vida,
pensando que mi viejo era mi sombra. Mi marca personal
Su ascendencia, calaba
hondo en mí. Tenía carácter el viejo. Pero también tenía imaginación. Ese
ingenio supo reemplazar lo que no sabía expresar en palabras. Entonces la demostración, venía por
otro escenario. No se permitía fallar en lo que eran sus ideas acerca de la
vida, acerca de sus creencias. Su talento para el dibujo, también tuvo un
espacio, para expresarse. Muchos cuadernos de primaria, supieron de sus
sutilezas, y entonces fue el Mejor Belgrano que he visto en mi vida, el que
quedó plasmado en aquellas hojas. La Casa de Tucumán, fue una pintura al óleo,
que nada tenía que envidiar al mejor Da Vinci.
Pero me faltaba algo…
Creo que él lo sabía. Pero
su modo de expresarse, continuó por aquel camino, y de esa manera, como el Gran
Benigni, supo reemplazar las carencias, con aquella imaginación, y entonces con
mi Hermana, éramos los más veloces, calzando zapatillas Flecha….y compartíamos
la Bici, que era usada, pero era la más linda, y armábamos los carritos con
rulemanes en el cuartito del fondo, y ni hablar de los barriletes, con caña
tacuara, cortada por el mismo, y robando algún pedazo de tela, para la cola de
las sabanas viejas, que mi Mama guardaba celosamente (nunca supimos para que);
y andar en Bici, lanzarse por las bajaditas con el carrito, y remontar esos
Barriletes, y jugar a la paleta, eran las hazañas más grandes solo comparadas,
con escaparme a la Leca (brazo del río Reconquista) muy lejos de casa, sin decirle
nada a la vieja..
Pero me faltaba algo….
Creo que él lo sabía.
Entonces, la adolescencia era presente, y las épocas habían cambiado bastante.
Entonces la imaginación y el talento, nuevamente desplazaron aquellas
carencias, y en nombre del futuro se animó a mostrar que había más allá de una
mirada. Fue el impulsor de mis sueños. Quien me animó a ir por más, quien marcó
a fuego, los pasos de mi vida.
Entonces ya no me falto
nada. Creo que él lo supo, entonces ocupó sus días en el…
Pero aquel talento, aquella
imaginación, ya estaban algo desgastadas. Claro, el paso del tiempo, había
mellado, aquella herramienta del alma, y estaba algo cansado, y sufrió aquella
traición al ser despojado de sus labores quedando en la calle, pero calló. Esa era su forma.
Pero le faltaba algo…..
Creo que yo lo sabía,
entonces, aquellas noches que pasábamos en vela, en su internación, fueron la
magia y la esperanza, en un formato de enfermedad terminal y como él supo
hacerlo, pude darle como el Gran Benigni un sello a su vida del modo que el merecía.
Soñando, hablando pasionalmente de todo cuanto amamos y defendiendo a
ultranza aquellas ideas por las cuales estábamos convencidos, valía la pena
jugarse y vivir.
Papá ya no está. Murió un domingo de
octubre, hace ya mucho tiempo.
Dejó para mí, todo cuanto
pudo soñar; pero más aún consolidar en la educación, en el día a día. Su
legado, falto de palabras, abundó en expresiones y mensajes, que solo se pueden
comprender cuando el espíritu templado por el amor está preparado para
continuar aquel camino que espero transitar dignamente.
Que todos quienes tengan la
Bendición de ser Papás, tengan la capacidad de comprender que le falta a su
Hijo y mediante la palabra o cualquier medio de expresión puedan manifestarle
su amor.
Un Abrazo Papá
Te quiero Mucho
Patricio
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