Montañas
y ríos flanquean mi paso. El frio se hace notar y el horizonte pintado de blanco
indica que estoy cerca de llegar. Pero la noche emboscó el día y la Patagonia
me hizo saber en qué lugar del mapa me encontraba
Por la
curva a la salida de la ruta, envuelta de calidez Andacollo me abraza. Allí
nomás una Hostería cobija abrasador mi cansancio y en afectuosa bienvenida enseguida
oficia el milagro de convertir mi sed en vino con un buen plato de abundante guiso,
que humeante hace que mi cuerpo recupere su memoria en calorías. No hay empleados,
solo la señora que cocina y su marido que atiende las mesas. Amable y conversador,
celebra ver el plato vacío y limpio de haberle pasado el pan, el mismo se
acerca y ofrece “¿gusta algún postre?” al que fui imposible negarme y después
de un vigilante acompañado de un rico café, mientras por el ventanal miro las
estrellas iluminar la noche, agradezco por la atención recibida y después de abonar
la cuenta, un pasillo me lleva donde el descanso espera, baño caliente
mediante, para arropar mi sueño
Tempranito en la mañana hay que seguir y antes de arrancar paso a saludar por la cocina. La señora ya estaba levantada preparando el desayuno; de regalo me obsequia un paquete, con algunas cositas ricas, para matear en el viaje. En su despedida bendice mis pasos al partir con un “lo esperamos prontito” y aquellas huellas sembradas en el frio del camino, florecen cada vez que regreso
Que lindo relato !! Me sentí.en ese lugar
ResponderBorrarMuchas gracias !!!
BorrarSí Señorrrrr 👏👏👏👏, que lindo Maestroooooo, Gran Abrazo!
ResponderBorrarGracias Pablo !!! Abrazo grande
BorrarMe gustó el relato. Impagable el gesto de la señora, dueña o no, de la hostería.
ResponderBorrarBuenas noches Patricio.
Muchas gracias Elsa !!
BorrarQué lindo relato! Gracias!!! Antonio y Martina, los dueños de la Hostería! Antonio ya no está físicamente entre nosotros. Soy hija de ellos! Te agradezco y me complace que los hayas conocido y disfrutado!
ResponderBorrarEstimada Macarena. Primero GRACIAS por escribirme y citar tu referencia. Lamento la partida de Don Antonio, y te pido le hagas llegar a tu madre mi saludo. El placer de haberlos conocido, la charla con tu padre y el amor con el que me trataron , lo llevaré por siempre en mi recuerdo. Un fuerte abrazo. Patricio Massa
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