Dónde quedaron los días aquellos donde las horas transcurrían sin pasar
Cuando el 2000
quedaba lejos y cruzábamos la calle saltando zanjones
De los fondos
en las casas el carbón humeaba y vermut mediante el asadito a fuego lento
aromaba el truco de cuatro mientras mi viejo campaneaba que no se le pase la
carne
¡Mi vieja secándose
las manos con el delantal saliendo de la cocina haciendo bailar la cortina de
flecos, apuraba “La ensalada esta lista! y con una mirada nos hacía saber a mi
hermana y a mí, que no había más de lo que había
Cuando
divertirse era tan solo jugar hasta con la imaginación y batir palmas o gritar
el nombre de tu amigo desde afuera era la señal para salir a jugar
Los mensajes
los dábamos personalmente y no hacía falta un feed donde publicar fotos porque estábamos
ocupados viviendo
Las pisadas
para elegir equipo en el campito y las carreras de carritos con rulemanes en la calle San Pedro, donde el último era cola de perro
Mariposas
por doquier y barriletes colgados del cielo adornados con su cola
Al llegar la
noche la luz de los bichitos iluminaba el escenario de las escondidas y al
grito de “el que no se escondió se embroma” se emprendía la búsqueda mientras
los viejos sentados en sillas de mimbre en las veredas tomaban un caluroso fresco
Perfumados
de ruda suplicábamos “un ratito más” cuando nos mandaban a dormir porque mañana
Papá tiene que madrugar…
En el
amanecer de mi vida las horas transcurrían sin pasar porque teníamos por
delante todo el día para jugar
¡Qué hermosa niñez, Patricio!
ResponderBorrarBellísimos tiempos compartes. Al leer me transporté a esa vida, donde realmente se vivía.
Es un enorme agrado el que dejas en el corazón.
Muchas gracias Viviana, por tan hermosas palabras. Paz y Bien
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