Converso con verso. Así se presentaba graciosamente. Pasaba el tiempo entre sus obligaciones y la prosa, que armonizaba cada día más sus expresiones.
Miembro de
la congregación de los mártires del fuego, consagró sus días a cumplir sus
mandamientos. El primero de ellos citaba “Serán primeros en llegar y partirán
sin dejar rastro”
Cómo feligrés
asistía fielmente a escuchar la palabra junto a toda la comunidad. Pero siempre
llegaba después que la dijeran
Cuando le
preguntaban porque, siempre respondía lo mismo “tengo mucho trabajo”, lo que daba
pie a la segunda pregunta: “cuál es tu trabajo?” …
Allí sacaba del bolsillo interior de su saco una tarjeta de presentación; diseño innovador. Rodeada de arabescos y reflejos en ambas caras. Con postura señorial impostaba la voz y se presentaba: Juan Ignacio Sansinena “Colocador de membranas” atención las 24 horas y enseguida aclaraba… yo trabajo en caliente, por eso la atención es personalizada
Nadie dudaba
de sus bondades humanas y competencias profesionales. Pero muchos callaban lo
que todos creían… “y si no es personalizada como piensa este hombre colocar una
membrana ¡!!??”
Pero allí
radicaba el motivo de las reiteradas ausencias y llegadas tarde a los sermones.
Juan Ignacio trabajaba solo; sin ayudantes; y el radio de atención llegaba
donde sea requieran su presencia
Así las
cosas, podía tomar trabajos cerca de su domicilio o llegarse hasta el pueblo
más recóndito del interior del país.
Aclarado el
tema, cada vez que se ausentaba al templo, alguien justificaba “Juan Ignacio no
vino porque está haciendo una colocación”
Así aun sin
poder asistir a escuchar la palabra, Juan Ignacio honraba el segundo
mandamiento de la congregación “Harás lo que debas para satisfacer al prójimo”
Imagen: https://membranasmardelplata.com/normas-iram-12-627/normas-iram-12-627/
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