sábado, 18 de marzo de 2023

No más preguntas

Inspector sagaz

Destacado miembro del servicio secreto

Por su fama, acostumbraban a asignarle las misiones más complicadas. Nadie tenía sus condiciones. Ninguno pudo conseguir tantos reconocimientos en virtud de su eficacia, para resolver casos

Por el modo de infiltrarse entre los sospechosos que investigaba, se había ganado el mote de “el fantasma”

Sigiloso. No daba indicios de lo que hacía. No confiaba en nadie más que en su propio instinto

Hasta que un día sus superiores, confiando en sus antecedentes, le encomendaron la misión más difícil que jamás había enfrentado: Descubrir al líder de la organización criminal conocida como “el coro”. Habían logrado desbaratar a toda la banda; interrogar a cada miembro, pero ninguno delató a su líder.

Resultaba vital su detención. Debía mantener en absoluta reserva sus pasos. Solo reportaría al presidente de la Nación, nada menos. Era realmente desafiante la misión, pero el fantasma estaba preparado

Planificó varias semanas su estrategia. Se hizo pasar por músico de cámara y también por tenor. Camuflado como tal, se presentó en cuanta orquesta había. Transitó la noche y los teatros. Los conservatorios y hasta se hizo pasar por artista del under ofreciendo recitales en los subtes, en las horas pico

Conforme pasaban las semanas, no lograba el objetivo y las altas esferas gubernamentales estaban perdiendo la confianza y la paciencia. Tanto que fue convocado un miércoles, y lo llamaron al orden: “o cumple su misión o le damos de baja del servicio” fue conminado

Resorte más que suficiente, para que, al día siguiente, apareciera con un detenido, esposado y con capucha, para preservar su identidad; con grandes alaridos el reo no dejaba de insistir que era inocente

La prensa en su totalidad se agolpó en tribunales. Todos querían la primicia; conseguir la palabra del fantasma, para poner al aire en los noticieros

Llegada la noche, el fantasma se retira acompañado de una fuerte custodia y antes de bajar las escalinatas, es sometido a los flashes de las fotos y luces de las cámaras, del periodismo gráfico, escrito, radial y televisivo. Era el hombre del momento

Respondía amablemente cada pregunta, hasta que finalmente logró retirarse.

Muchos años después el famoso caso de la banda del coro y su líder pasó al olvido.

Pero en la escuela de música de la localidad vecina, todos los jueves se congregan en las calles, para reclamar por la libertad del Sr. Horton, director del coro estable del municipio, quien fuera detenido sin causas ni antecedentes y encarcelado sin juicio

Moraleja: Nadie preguntará cómo, mientras consigas los resultados



Imagen: https://www.freepik.es/fotos-premium/director-orquesta-sinfonica-artistas-fondo-sala-conciertos_15135202.htm

6 comentarios:

  1. Y claaa... quien iba a dudar? Haste fama, y... a descansar!! Abrazooo

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  2. El personaje de tu obra siente más amor por su fama que por la actividad que lo encumbró a ella, por tal motivo, prefirió perder los escrúpulos y culpar a un inocente, antes que perder su imagen y popularidad.
    Me gustó tu relato, describe una situación que puede darse en cualquier actividad de alta responsabilidad donde el involucrado debe lidiar con la ansiedad de encontrar resultados positivos de forma casi inmediata, sin sucumbir a la presión que ejerce la expectativa social o popular que finalmente lo endiosa o sentencia. De allí que, en la vida real cuántos exitosos cayeron en la tentación de la mentira o en la corrupción para no perder su fama (y muchas veces les funcionó el ardid, pues su renombre los garantiza y respalda)
    Nuevamente felicitaciones por tu trabajo y gracias por obsequiarnos esta excelente lectura

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    1. Buen día Juan Carlos. Gustoso de recibir su comentario y un placer "conocerlo" a través de este medio. Tal como lo expresa, el personaje priorizo la misión por sobre su dignidad. Cualquier parecido con la fantasía es pura realidad... le dejo mi saludo. Paz y Bien

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