La despedida

 

Una ovación baja desde los cuatro costados coreando mi nombre

Levanto las manos agradeciendo

Fluye desde el corazón una emoción que nubla la visión

Me estoy retirando del futbol, después de casi dos décadas de jugar “El fútbol es el deporte más lindo y más sano del mundo, eso que no le quepa la menor duda a nadie” al decir del 10

Parado en el centro de la cancha; recibo el saludo de compañeros y rivales. El juez del partido me dice algo al oído que apenas puedo escuchar; pero le agradezco sin hablar

Siento que no siento mis sentidos. Intento capturar en imágenes este último instante de gloria. Ya nunca más se repetirá

Cierro los ojos en una fracción de segundos. La mente me lleva a hacer un balance que la intensidad de los latidos impide

Subyace entonces la simpleza del alma que calma toda esta euforia. He sido feliz adentro de una cancha. Ahí está. Es eso TODO. Que más ¿? Los títulos y los trofeos quedan en las vitrinas. Pero yo “Llevo en mis oídos la más maravillosa música” (SIC J.D. Perón), que para mí es el folclore del cancionero tribunero que tantas veces me hizo sentir su cariño

Me pierdo en el túnel. Bajo las escaleras hasta el vestuario. Lentamente desando el camino del jugador. Como piel que se desgarra, muy despacio retiro las prendas de mi cuerpo. Una sensación de satisfacción y tristeza abordan de una extraña soledad que me acompaña

Cataratas de recuerdos acuden hasta mí inundando de lágrimas el despertar de mi rostro…

Otra vez… este sueño recurrente envuelve contradictoriamente mis noches. Una pesadilla llena de alegrías, intensa hasta el éxtasis. Triste hasta el pesar

Es tan real… que duele amanecer con el corazón triste y el alma vacía

Tanto se habla del aquí y ahora… un modo duro de comprender que ya no podré hacer aquello que debí haber hecho solo en el momento que debió pasar…

Con que derecho me privaron de ser quien quise ser

Porque Dios¡!?? PORQUEEE CARAJO ¿?

Me acuerdo cuando mi vieja triste por mi tristeza, de su mano llevarme hasta la estación de Ballester y sin plata hacer un esfuerzo para comprarme una camiseta y las medias para jugar...

Me acuerdo el día que mi viejo le regaló a mi primo recién nacido el equipo completo de Boca...

Me acuerdo del día que lloré ante mi viejo porque no me dejó salir al encuentro del delegado del Club que me vino a buscar para llevarme a fichar a Chaca…

Me acuerdo de mi Tíos Eduardo y Oscar alentándome a jugar y llevándome a ver a River…

Me acuerdo de los sacachispas usados que una tarde me trajo el viejo del trabajo y la pulpo número 4, que me dejaron los Reyes una mañana de enero

Me acuerdo de mi Abuelo David, gritando el golazo que le hice a los del San José del Talar

Me acuerdo gritar como loco los goles del Diego en el ’86… y llorar… sintiendo que bien pude haber estado allí

Me acuerdo de mi Papá… ya viejo… regalándome la camiseta de Boca para mi cumpleaños y abrazarnos muy fuerte los dos

Me acuerdo de mi cuando miro a un chico miro correr detrás de una pelota

Me acuerdo de tantas cosas y me acuerdo de cosas que ya no quiero recordar…

Me acuerdo el día qué tomándome de la mano, en su lecho de muerte, a mi viejo pedirme perdón

Me acuerdo hoy de un ayer que no fue… del hombre que soy y el niño que quiso ser…

Me acuerdo… porque revivo en sueños y en carne viva despierto la despedida del jugador que solo aplaudió mi abuelo David