Nadie
conocía su identidad. Enfundado en un atuendo negro sembró el terror en las
calles. Todo el mundo hablaba del hombre grillo quien luego de cometer el
delito se retiraba con la onomatopeya “Cri... Cri...”
Pero… una
vecina, una VALIENTE vecina ¡! al decir del comisario, fue la que terminó con
las tropelías de este bandido, a quien atrapó con las manos en la masa, en su
propia casa, cuando estaba a punto de cometer un nuevo atraco
La valiente vecina,
era ni más ni menos que Mabel, la panadera. Acostumbrada a madrugar y a tener
abierto hasta bien tarde. Todo el mundo la conocía, porque ser muy generosa,
ofreciendo oportunidad de trabajo a los pibes del barrio
Fotógrafos agolpados
en la puerta de la panadería. Curiosos que paraban con el auto; El equipo de
intendente montó rápidamente un escenario y se dirigió a los vecinos, adjudicándose
la detención “GRACIAS A LAS CAMARAS QUE HEMOS INSTALADO, SE REDUJO EL DELITO EN
NUESTRA LOCALIDAD”.
Mientras que
en su despacho el juez, le tomaba declaración a la Mabel… Cómo fue que lo
descubrió ¿? Preguntó
Simple su Señoría. El chico que reparte pan… el Cristian es el único pelotudo capaz de ponerse en evidencia de ese modo. Le dicen el Tarta…
Muy buena historia de Barrio...
ResponderBorrarPasa buen día Patricio
Saludos en este día jueves de mal tiempo...gris y lluvioso!!!
Siempre hay alguien que se adjudica los buenos logros de otros. La panadera seguramente de perfil bajo y el jefe del municipio queriendo llevarse los laureles.
ResponderBorrarHabría que decírselo en la cara por chamullero.
Me gustó el cuento.
Un abrazo
Muchas Gracias Elsa. Paz y Bien
BorrarGracias
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