Marenda, Ramón, el Nene y como es que terminé jugando de 5

Es una cosa de locos ¡! diría el Bambino, pero es la verdad más absoluta que se ha escrito en el futbol

Nuestro equipo de la secundaria se fue gestando, como todo equipo que pasó a la historia, a lo largo de los 6 años de la escuela técnica

La base está¡! (Sic Veira) y cuando lo advertimos nos dimos cuenta del potencial que teníamos, porque absolutamente todos nos querían hacer partido

No quiero exagerar, pero en 6 años, perdimos 2 o 3 partidos nomás

Porque la cosa, no solo era dentro de la ENET 23, sino que nos paramos de manos con los del Otto Krause y los del Huergo

Al equipo de los Profesores le dimos una paliza, y la selección del Colegio no nos pudo ganar

Así las cosas, los primeros tiempos, a mi me gustaba jugar arriba. Pero había muchos y muy buenos, así que me corrí a la banda, para jugar de 8 como carrilero; cuando llegamos a 4to año, se juntaron las divisiones, y los que eran rivales, pasaron a ser compañeros primero y amigos después; razón por la cual, decidí ir a jugar de 6, al lado de Marenda (Ricardo Marendazzo), que era un asesino. Literalmente; en 5to otra separación de divisiones y se suma Daniel Atencio, que era peor que Marenda, así que como había quedado vacante el medio campo, me fui a jugar de 5…así no me pegaban más, ni Marenda ni Atencio ¡!!

El 10 era el Nene (Edgardo Gonzalez) y el 9 el enano (Nestor Turnes RIP); pero la novedad era el Wing ¡!! Corría como una liebre y jugaba por ambas puntas; cuando estaba chivo el partido, la podías revolear para arriba, que te las corría todas; hago mención a Ramón (Suasnabar); estilista; fino; pulida vestimenta; nunca lo ibas a ver metido en un kilombo; se nos cambia el nombre por Ignacio y tardamos un par de partidos en registrarlo; no sabíamos quién era

El equipo salía de memoria, como le gusta al público sabedor de esto:

Carestiato. Altavista, Marenda, Atencio y Gonzalito. Villarroel, Massa, el Nene. Ramón (devenido a Ignacio) el Enano y La Fiera Fiori

El mejor equipo que vi en mi vida