A Dios elevo mi ruego
Por
todos aquellos que no tienen un abrazo que abrigue de
Sueños
sus noches
Que
la tristeza de los ojos del silencio ilumine el sol de una
Mirada
que cambie lágrimas por ilusiones
De
amor regar los jardines de los corazones solitarios y florecer
Colores
en sus latidos
Despertar
soñando encontrar
Su
sonrisa contagiosa en cada esquina
Que
sea la cura del mal de las almas que penan
Por
no poder comprar esos rasgos para adornar su rostro
Declarar
mi amor cada mañana a los ojos más hermosos
Cultivar
de caricias su piel y de besos sus labios
Y un
abrazo que riegue su fragancia dentro del alma
Para
volver a buscarla en mi sentir
Desear
volver a verla y en cada segundo
Entre
sus brazos mis retinas su imagen
Resonar
de latidos por cada silencio
Que
mi mirada le dice cuanto la amo
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