martes, 2 de noviembre de 2021

La Bichicome

Mi casa de infancia

Callecita angosta, con lomadas pronunciadas

Perfumes de rosales y de ruda mezclados en los jardines

El sol al frente, doña Berta al fondo y la bichicome pasando por el frente de mi casa

La vieja me da miedo. Mucho; las malas y las buenas lenguas hablan y yo escucho; es un defecto que no puedo evitar, tener ese sentido tan apto para que me lleguen todo tipo de información que no me deja dormir por las noches

Su aspecto asusta. Su mal humor espanta y sus modos me hacen pensar que todo lo dicho es cierto

Busca a chicos sin sueños. Los hechiza y se los lleva a donde vive, que nadie sabe dónde es

Para colmo, mi viejo, excelente narrando historias, la noche anterior nos contó a mi hermana y a mí, que la Bichicome se presenta por las noches, sin que nadie pueda darse cuenta, y solo el aroma pestilente de su presencia, te hace saber que anda cerca

Nos dio un beso en la frente. Nos hizo la señal de la Cruz y nos tapó con la frazada y con mi hermana, nos tapamos hasta la cabeza.

Apagó la luz de la pieza y pronto se apagó la luz de todos los ambientes

Una tenue luz, ingresaba por la persiana que daba a la calle

Solo el canto de los grillos se escuchaba y la respiración de mi hermana, que dormía en la cama de al lado

Hasta que…

De la verja de la calle, provino el sonido característico de su oxidada bisagra y los pasos arrastrados y cansinos acercándose a la puerta

La sombra se hacía cada vez más grande y ese olor… Ese hedor pestilente, confirmaba que era ella

No sé cómo; pero al mismo tiempo, que sentía los pasos en el comedor, mi hermana abre los ojos y antes que pegué un grito, le tape la boca con una mano y con la otra sostengo la puerta de la pieza, previendo lo peor

Seguro que es ella. Porque, además como si hubiera presentido que estábamos despiertos, detuvo sus pasos y ese silencio, nos paralizó todavía más

Rápidamente pensé en lo que nos había contado mi Papá y me dije: “LA BICHICOME LOS HECHIZÓ” con lo cual, el temblor de mis rodillas era el sonido de unas castañuelas

Literalmente estamos encerrados y solos

Ahora tomé el mando. Al fin de cuentas soy más grande que mi hermana

En segundos pasó toda mi vida frente a mis ojos

La alcé a mi hermana, y con pasos imperceptibles me llegué hasta el placar que hacía un hueco entre la pared y mi cama

Un vórtice mágico, donde suelo ocultarme cuando no quiero ser visto

Pero ahora somos dos¡!!

Entonces… la mejor idea que jamás se me ocurrió hasta ahora

CERRAR LOS OJOS¡!! Brillante me dije¡!! Brillante dijo mi hermana¡!

Mágicamente aparecimos caminando en un túnel, hasta llegar a una luz, que en un extremo apreciamos

Nos salvamos nos dijimos con mi hermana sin hablar. Pensábamos en Papá y Mamá, pero ellos eran grandes y podían resolver la situación

Salimos pasando la ruta, muy cerca del arroyo, casi al costado de un precario ranchito. Por lo que vimos, cerrado y vacío. No había nadie

Todavía con miedo, nos metimos adentro. Luego explicaríamos, si alguien aparecía, porque nos llegamos hasta allí

Al ingresar, encendimos la luz de entrada y buscamos donde tirarnos a dormir

En la mesa del comedor, un centro de mesa, con un jarrón vacío y un cuadro colgando en la pared, nos dejó con el frío de un tempano. La imagen nos llenó de terror

Ya era tarde para regresar por el túnel

Ya nada podíamos hacer

Solo pudimos despertar de ese sueño en nuestra habitación… donde Papá nos había tapado. Ya con el sol a pleno en la persiana, un poco de modorra y levantarnos a tomar el desayuno. En la cocina nos mirarnos en silencio… ese hedor persistía en el ambiente. Ya no nos quedaban dudas. La Bichicome… había pasado por nuestra habitación en la noche

No hay comentarios.:

Publicar un comentario