viernes, 5 de noviembre de 2021

El hijo del pocero

NO¡! Dijo en tono seco y tajante; se fue y jamás regresó

Había terminado su faena, y siempre se quedaba a tomar unos mates. Tenía un carácter muy familiar y nadie supo el porque de su viraje tan violento

Había aprendido el oficio de su padre, y siguió adelante con el negocio. Era pocero; y también hacía la instalación completa, para que las casas tengan agua

No había razón para ese desplante

Quedaron todos desorientados y algunos se llegaron a ofender

Tampoco fue que dijo algo fuera de lugar

Pero le habían ofrecido quedarse para acordar algo y este les cortó el rostro

Que le habrá pasado balbuceó por lo bajo el diariero. Quien sabe, respondió al aire el recolector de residuos

Es que causó sorpresa su reacción; inesperada al menos.

Un desaire de esos que dan por la quinta felpa, que además dejo caliente a más de uno

Vaya uno a saber, dijo Benito, el hijo del pocero, al llegar a su casa, cansado luego de un día pesado de trabajo, con su pala

Ofendido por la irrespetuosidad a su persona, cuando le pidieron que se quedara; pero respondió que no, porque le pareció sospechoso cuando le propusieron “hay que repartir el pozo”

MIRA SI VAN A REPARTIR UN POZO ¿? TODOS LOS DIAS HAGO POZOS; SE PIENSAN QUE SOY BOLUDO YO ¿?. UN POZO ES UN POZO, COMO SE VA A REPARTIR; y no hubo forma de hacerlo entrar en razón y jamás pasó a cobrar su parte, de la boleta ganadora del Quini

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