El hábito de Francisco

Que lo parió

No me digas ¿?

Cuando pasó ¿? Cómo fue ¿?

Ni me di cuenta; te juro

Pero a vos ¿? Justo a vos te viene a pasar Francisco ¿?

Y si… viste

Así son las cosas. Cuando menos lo esperas te acuestan

Que bárbaro viejo¡! No te lo puedo creer

Y no hiciste nada ¿? Imagino que reaccionaste

Mira… vos me conoces. Cómo me iba a quedar de brazos cruzados

No iba a terminar así nomás

Es más, te digo¡! Lo vi venir, aunque debo admitir que jamás se puso en evidencia. Muy vivo el tipo. Muy bicho

Cómo te decía… Lo venía mirando.

Dos o tres veces trastabilló y cuando me tuvo de frente parecía que me lo llevaba por delante hasta que amagó para un lado y salió por el otro y la pelota pasó mansita por entre medio de las gambas. Para peor, era último hombre

No me digas nada¡!! Eludió al arquero y definió ¿?

Naaaaaaaaaaa lo enganché entre la raya y el Lineman, apenas me pasó; quedó como tero sin nido

Encima rozó en el la pelota, fue lateral para nosotros y se mandó a putear al línea, que lo vio toda la platea, así que el árbitro vino con la roja desde la mitad de cancha para expulsarlo

Y cómo termino ¿?

Ganamos 1 a 0 con un gol mío

En serio ¿? Que grande¡!!

Cómo fue ¿? De penal ¿?

Ma’ que de penal. Nuestro marcador de punta sacó rápido el lateral (a lo Cholo Simeone) y le metí un zapatazo que se metió mansita al arco rival, que no tenía arquero porque todos estaban discutiendo la expulsión

Moraleja: más vale cura sin hábitos que sotana por la mitad