La sexta Carta

Elegante desplegaba la frágil robustez de sus alas

En armonioso movimiento danzaba

Surcando el cielo volando bajo

Pintando un arco en siete colores

Trinar melódico como dulce traversa entonaba su canto a las nubes presentes

En el tupido verdor de una copa derramó su encanto de rama en rama

Enraizó semillas del árbol del sentir en la tierra fértil de su noble corazón

Una ilusión amaba más que a su propia vida y lo animaba a remontar vuelo en busca de un sueño

No cejó un solo amanecer en salir de viaje y llegar muy lejos para encontrar al amor que su trinar cantaba

Como el estridente si cuando decidido afirma respondió seguro a la dura espera y al desafiante tiempo que le partió en pedazos sus sueños y le quitó sus alas y su libertad con ellas y así perdió su gracia y jamás volvió a remontar vuelo… Por amor al amor soporto el dolor y honro el vau de su médula  

Cuentan que en cada febrero… Enamorados llegan hasta aquel árbol a sembrar su amor al pie de sus raíces y entre el tupido verdor las ramas que aun sostienen su nido dejan escuchar su trinar melódico como dulce traversa y tallado en la corteza su noble corazón arcano