Suaves tus manos llevaron las mías a vivir. Supe del amor por tu amor
Mona Lisa sin cuadro tu sonrisa portan mis labios
Me enseñaste a creer. Cómplice acompañaste mis travesuras
Alentaste al libre pensamiento. Paciente comprendiste mis lágrimas
Cobijaste al muchacho en aquella mañana de abril del 82
Miraba como me mirabas sentada en un rincón cuando Padre sostenía en brazos a mis hijas
Nunca te lo dije… Quizá porque no hacía falta. Pero hoy que me haces falta daría todo para decirte cuanto te amé vieja querida cuanto te extraño.
Tengo tanto que contarte... Tanto para agradecerte
Hasta el día de tu partida me enseñaste. Yo no lo sabía. Presumo que vos sí y es por eso que a tu modo te estabas despidiendo. De haber sabido que esa iba a ser la última vez que iba a ver... pero supongo que así debían ser las cosas
Siempre recordaré nuestra última conversación, antes de regresar a mi casa, me abrazaste fuerte y como cuando me saludabas con un beso al entrar a la escuela, me hiciste saber cuanto habías sembrado en mi, dejando tu legado en vida. Aquellas palabras aún siguen latiendo en mi corazón... “Qué bueno
saber que no me equivoqué”
Preciosa y sentida dedicatoria a tu madre de la cual aprendiste el amor y tus hijas te la recuerdan.
ResponderBorrarPor siempre en tu corazón estará.
Ha sido hermoso leer tus sentimientos, tan bien expresados como te caracteriza tu sentir.
Feliz día de la madre para tu hija cuya nieta Olivia seguro es tu bendición.
¡Un fraternal abrazo!!
Bendiciones para ti Mila. Agradecido como siempre, por tus palabras. Paz y Bien
ResponderBorrarHermoso...sublime....un tesoro ...regalo celestial...haber tenido una MADRE así....bendice y agradece a Dios incesantemente
ResponderBorrarMuchas Gracias. Así lo hago todos los días. Un abrazo
BorrarHermoso
ResponderBorrarMuchas Gracias
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