Segismundo y la ventana

 

Se constituyó ante el máximo tribunal en compañía de su asesor jurídico

Consternad@ aun, por la violencia del episodio en el que se vio envuelt@, en manos llevaba una carta de denuncia y en su deseo la clara intención de que se aplique en rigor la mayor pena

Luego de un breve período de espera, los recibe nada más y nada menos que el Juez

En la sala se encontraba el acusad@. Esposad@ y con muy mal aspecto, producto de haber pasado las últimas semanas encerrad@ en una celda

El hecho, causó conmoción en la sociedad toda, y las escalinatas de los tribunales, estaba colmada de medios de prensa y público con un nivel de exaltación, que necesitó la intervención de las fuerzas del orden, vallando el perímetro

Sentad@ frente ante los miembr@s del jurado y ante la requisitoria de su señoría, amplía su declaración con lujo de detalles

“A las 17 horas del lunes 5 de agosto del año 2086 en momentos que disponía a subir al aerobús para regresar a mi hogar, esta persona que no quiero nombrar ni dirigirle la mirada, tiene un comportamiento que deja mucho que desear, para los tiempos que corren, ya que inesperadamente y delante de todos, se abrió paso pidiendo permiso y dando las gracias y no conforme con eso, se paró para ofrecerle al asiento a una anciana y por no haberla visto se disculpó y pidió perdón”

Todas las miradas se posaron sobre el acusad@. Luego de escuchar la sentencia categórica y ejemplar, l@s d@s guardias se l@ llevar@n ante el repudio generalizado

En actas quedó reflejado, que se lo obliga a cumplir tareas comunitarias quedándole terminantemente Prohibido ser amable

Los principales medios de noticias titulaban lo acontecido en todos los portales

Comentaban que el caso era sumamente llamativo, porque hacía al menos 6 décadas que era visto como un acto de alevosía, tratar con respeto a una persona y un acoso sonreír