Cómo una prometida caricia de amor (en homenaje a Enrique Santos Discépolo)

 

Puedo pasar de largo donde todos se detienen

Puedo pasar y quedarme sin que nadie se dé cuenta

Puedo ser el menos indicado y el más solicitado

Puedo ser un bueno para nada y un malo necesario

Puedo olvidarme de todo y recordar cosas que solo tienen importancia para mi

Puedo animarme a lo que sea y sentir vergüenza por todo

Puedo poner mi mejor cara de póker y reírme al mismo tiempo

Puedo mucho, puedo poco y tal vez no pueda con mi propia identidad

Puedo hablar con la mirada y decir mucho sin emitir palabras

Puedo dejar a un lado mi propio ser, pero no puedo olvidarme de tus besos

Puedo esperar toda la vida para mirar tus ojos

Puedo no verte jamás, pero nunca dejará de latir mi corazón por vos