domingo, 10 de agosto de 2025

La eternidad de un momento

Lo acarició con la mirada como quien roza el viento sin romperlo, dejando en su piel una ausencia tibia que aún su nombre susurra

Fue en medio del invisible ruido que nadie ve, que sus ojos lo buscaron en un abrazó interminable y en una agitada calma hablaron el mismo idioma…

No hubo silencio que las palabras no dejaran de cubrir en una atmósfera que pronosticaba una primavera de amor, hablaron… del tiempo que no tuvieron, de los abrazos que aún esperan, de un amor escondido en los latidos del destino

El reloj consumió las horas y la llegada llamó a su fin el encuentro.

Se quedó mirando como otra vez se fue, temblando por dentro, como si el alma recordara algo que nunca vivió, pero siempre sintió y guardó esa imagen en su sonrisa

Desde entonces, camina como quien lleva un abrigo invisible hecho de ilusión…  con una mirada de sueños, que despierta el presente como el sol que no pregunta y simplemente entibia e ilumina… ansiando un abrazo que se repita al calor de dos cuerpos que se reconocen sin historia, pero con destino… el silencio compartido en un beso y con su mirada en la espalda, seguirá esperando el día en que juntos caminen tomados de la mano

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4 comentarios:

  1. Me gustó, por lo poético. Prolijamente escrito. Cada verso abre una puerta. Muy bueno

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  2. "Lo acarició con la mirada como quien roza el viento sin romperlo, dejando en su piel una ausencia tibia que aún su nombre susurra
    Fue en medio del invisible ruido que nadie ve, que sus ojos lo buscaron en un abrazó interminable y en una agitada calma hablaron el mismo idioma…"
    Me recordó a alguien cuando viajé a España. Pero lo demás no se dio. Solo quedó el lindo recuerdo.
    Lo tomaré como fuente inspiradora para escribir un poema. Luego lo comparto.
    Buenas noches Patricio. Abrazo.

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