Lo acarició con la mirada como
quien roza el viento sin romperlo, dejando en su piel una ausencia tibia que
aún su nombre susurra
Fue en medio del invisible ruido que
nadie ve, que sus ojos lo buscaron en un abrazó interminable y en una agitada calma
hablaron el mismo idioma…
No hubo silencio que las palabras
no dejaran de cubrir en una atmósfera que pronosticaba una primavera de amor, hablaron…
del tiempo que no tuvieron, de los abrazos que aún esperan, de un amor
escondido en los latidos del destino
El reloj consumió las horas y la llegada
llamó a su fin el encuentro.
Se quedó mirando como otra vez se fue,
temblando por dentro, como si el alma recordara algo que nunca vivió, pero
siempre sintió y guardó esa imagen en su sonrisa
Desde entonces, camina como quien
lleva un abrigo invisible hecho de ilusión…
con una mirada de sueños, que despierta el presente como el sol que no
pregunta y simplemente entibia e ilumina… ansiando un abrazo que se repita al calor
de dos cuerpos que se reconocen sin historia, pero con destino… el silencio
compartido en un beso y con su mirada en la espalda, seguirá esperando el día
en que juntos caminen tomados de la mano
Me gustó, por lo poético. Prolijamente escrito. Cada verso abre una puerta. Muy bueno
ResponderBorrarLe agradezco su comentario. Saludos
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ResponderBorrarFue en medio del invisible ruido que nadie ve, que sus ojos lo buscaron en un abrazó interminable y en una agitada calma hablaron el mismo idioma…"
Me recordó a alguien cuando viajé a España. Pero lo demás no se dio. Solo quedó el lindo recuerdo.
Lo tomaré como fuente inspiradora para escribir un poema. Luego lo comparto.
Buenas noches Patricio. Abrazo.
Muchas gracias Elsa. Buenas noches
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