Pena Capital

 La concha de tu Madre¡!!

El eco llegó a la estación de tren y en la estación de servicio al otro lado de la ruta, debajo del techo de los surtidores, volaron las palomas y en el distribuidor que deriva la ruta Nacional de la Provincial, del camino rural de acceso al pueblo, detuvieron su marcha los vehículos, por precaución

Hora de la siesta. El viento soplaba cálido del norte y los sauces con sus ramas brindaban un concierto de brisas al fresco de su sombra. Por el riacho bordeaba la avenida principal retumbó como un estruendo y nunca más hubo pique después de aquello

No terminó allí. La arboleda que adornaba de oscuridad villa cariño drásticamente dejó de tener habitués. Cautela o miedo
Es que nadie sabía quién, y de donde había provenido aquel tremendo insulto que calo profundo y asestó un fuerte impacto, a la acostumbrada parsimonia pueblerina

Don Bermejo que solía estar atento a todos los aconteceres, en esta ocasión se disculpó por no poder orientar las dudas de las comadres. Era gastar pólvora en chimangos preguntar al sordo Acevedo y el único que quedaba en el censo popular, para preguntarle, era el Cura.

El Padre Cóspito, tenía mucha energía. Siempre estaba haciendo obras, poniendo guita de su bolsillo. Trabajador, no tenía problemas para cargar ladrillos y fratachar paredes; como tampoco en arremangarse y bendecir a cachetazos a alguno que confundía hábitos con debilidad. A mas de uno lo sentó de traste. Saludaba siempre sonriente y a todos le tendía una mano.

Puntual. Puntilloso. Respetuoso y conocido por su afición al fútbol. Bonachón y querible, todo el mundo lo quería; hasta los agnósticos y ateos, llegaban para escucharlo hablar. Muy agradables resultaban sus sermones

Pues entonces enfilaron los que cargaban con la duda y se llegaron hasta la sacristía donde el curita se encontraba

Ya era raro que no se había escuchado el tañido de las campanas anunciando misa y más raro aun fue ver como el Sacerdote pegó un cartel en la puerta de la Iglesia:

“SE SUSPENDE LA CELEBRACIÓN DE MISA DE 19hs”

Sin dar explicaciones, dio media vuelta y cerró la iglesia en las narices de los que se habían interesado y preocupado por su persona

Se acostó temprano el Padre. Una taza de leche tibia con miel para aliviar su afonía. La que había adquirido, cuando el delantero del equipo, del que era Fanático, erró el quinto penal en la definición del campeonato