viernes, 17 de septiembre de 2021

Eulogio Habana

Sin más que agregar, saluda a Ud. Atte.

Cerró su escrito y seguidamente estampó su ilegible firma

Sin sello que aclare cargos y titulaciones

No lo necesitaba

Todos sabían quién y cómo era

Eulogio Habana no solo le habían hecho fama; así era

Hosco. Duro para razonar. Se había aprendido dos o tres frases como para adornar sus discursos y siempre se rodeaba de 4 o 5 matones

Temido más que respetado. Inauguraba plazas “pa’los pibes” como decía ante las cámaras de TV, con dinero de dudosa procedencia

"El Eulogio" tal como lo llamaban, tenía serias aspiraciones de hacerse del máximo cargo de la organización: presidente del Partido

Sus acérrimos opositores, citaban: “Llegó a donde llegó sin tener que llegar”, como sólido argumento que cimentaba su accionar

Los defensores más enfervorizados y extremistas, esgrimían a cambio de aquel descrédito, avales que expresaban a viva voz: “Se quemó las pestañas”

Lo cual era cierto; aunque escarbando un poco la historia, en realidad había tenido un episodio cuando joven; intentando prender un faso, con el fuego de una hornalla y las llamas alcanzaron su rostro, quemando sus pestañas; desde luego era un detalle, que no era necesario andar aclarando

Producto genuino, de un descuido casual del destino, nadie podía comprender, menos explicar cómo hacía para sostenerse en tal alto rango, con influencia y poder

Entregó aquella misiva, a su cadete, con claras instrucciones de sellar el sobre que contenía la carta y llevarla hasta la oficina de correo, para ser remitida al presidente del Partido, el Dr. Arturo Condarco Terrada

El pibe, de camino a completar su labor paró un rato de tres horas, sentado en el banco de la plaza. Faltaba mucho para el cierre del correo

Atrapado por la curiosidad del sobre abierto se entrega como fiel a la ostia, a leer atentamente el contenido de aquella esquela…

Sin poder creer lo que sus ojos recogían de aquel papel, raudamente salió con agitados pasos con destino al correo

Nervioso y desalineado, estampilló el sobre y solicitó “Certificada por favor” y entregó en mano al empleado detrás del mostrador, con un pedido lo más parecido a una súplica: “POR FAVOR, TIENE QUE SALIR AHORA MISMO”

-         Perdón¡! (le dijo el empleado) que te pasa nene ¿? El servicio es igual para todos los clientes; aquí no hacemos diferencias y nadie tiene privilegios sobre otro

Noooo¡!! Ya lo sé Señor¡!! No es eso… Es que es MUY IMPORTANTE

-         A ver… A ver… Que tan importante puede ser, para que le demos más importancia que al resto ¿?

Bueno… está bien… le cuento; la carta esta dirigida al presidente de nuestro partido, donde le pide que renuncie por no haber sido fiel al mandato que los votantes le comprometieron a llevar adelante; que defraudó a muchos y los acuerdos formalizados, depreciaron la economía y que el estatuto permite, desplazar del cargo a cualquier funcionario, con dos tercios de los asistentes al plenario convocado por emergencia partidaria, habida cuenta que las elecciones son el próximo mes

Y aunque en rigor se repiten las intenciones, no dicen nada distinto… salvo al final de la carta

-         Que dice el final de la carta Pibe ¿?

Nada… se ve que el tipo, al escribirla, ya se veía presidente y al solicitar la renuncia del actual, cita:

“Por tal motivo y antes de llegar a ese extremo y que corran ríos de sangre, es que le pido un acto de grandeza y de un paso al costado, en beneficio de nuestra continuidad como partido”

Sin más que agregar saluda a Ud. atte.

EULOGIO HABANA - Futuro PRESIDENTE

-         Y que es lo raro Pibe ¿?

Es que la dirección donde está dirigida la carta es la casa de Eulogio Habana, tiene a nombre de uno de sus matones en Miami…

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