Atento a todo. Sobraba situaciones, amparado en la solvencia de su inteligencia y la rigidez de su accionar
La
perfección en persona. Exitoso para la sociedad que consume estereotipos
Típico
de plano. Se regía por el fundamentalismo de las reglas, aplicadas al pie de la
letra
Un día, lo
encontraron llorando desconsoladamente. Sentado en el cordón de una vereda. El
contraste con la figura habitual daba pena
Un barrendero,
lo ayudó a incorporarse. La señora de la verdulería, con acento extranjero, le
daba ánimo y le regalo un energizante, para que levante el ánimo. El servicio
de ambulancia del hospital público lo llevo para asistirlo
Luego de
realizarle estudios, no hubo diagnóstico preciso, pero si una conclusión contundente,
luego que la psicóloga mantuviera varias sesiones de terapia
El tipo
no sabía resolver simples situaciones cotidianas, como valerse por sí mismo sin
la asistencia de sus colaboradores
Fue entonces
que aquel que estaba atento a todo. Sobrando situaciones, amparado en la
solvencia de su inteligencia y la rigidez de su accionar; siendo la perfección
en persona; exitoso para la sociedad que consume estereotipos; típico de plano,
regido por el fundamentalismo de las reglas, aplicadas al pie de la letra, se
sintió vulnerado y no resistió que le aplicaran el mismo modo que su accionar,
cuando no le permitieron subir al colectivo, por no tener la tarjeta para
abonar el boleto
Ser
igual al común, lo superó
Grande Pato!! Pequeñeces (no tanto para algunos) que pasan desapercibidas en un mar de "pequeñeces cotidianas"... Ya me diste ganas de hacer un blog, para volver a escribir..
ResponderBorrarGracias Flaco querido ! Fuerte abrazo
BorrarExcelente reflexión para un viernes.
ResponderBorrarMuchas Gracias Erardo querido. Un abrazo
BorrarQue lindo leerte!! Siempre con esa fina ironía y observación aguda!!!
ResponderBorrarMuchas Gracias !!!
ResponderBorrarAutor, has creado un texto maravilloso que invita a pensar y comprender la forma del como abordamos la vida y el camino que seguimos para alcanzar nuestras metas, donde cada uno escribe su propia historia, pero siempre (a la corta o a la larga) se paga un precio que no todos saben asimilar.
ResponderBorrarEl protagonista, enfocó su extrema inteligencia en iluminar el camino de su éxito profesional, pero nunca avizoró lo que hasta los iletrados saben… que con los años hasta los campeones mundiales pierden su corona, que los apogeos siempre terminan, que con el tiempo se desvanecen los privilegios, que los liderazgos se desgastan, que los halagos no son eternos y aunque él sigue siendo bueno en lo suyo, de seguro ya salió otro mejor o si queremos ir a una metáfora, él sigue siendo un reloj que da la hora, pero ya pasó de moda.
Sus lágrimas de amargura delatan que en el fondo sí presiente lo que sucede, pues al mirarse en el espejo de su realidad puede contemplar que, en esa misma sociedad donde hasta hace algún tiempo brillaba… hoy solo es uno más.
Autor, aplausos para tu obra.
Y te agradezco este bello momento de lectura.