Trámites en el banco

Apareció de la nada y sin decir agua va ocupó el extremo opuesto del banco a orillas del lago, donde de vez en vez suelo sentarme a pensar para conciliar cuentas entre la conciencia, el alma, el corazón y mis actos. Un sitio ideal para estar en soledad refugiado en el entorno, que pasa y mira ignorando mi presencia, como si fuera parte del paisaje acostumbrado que tranquiliza al manso cotidiano que alimenta la mente y burla el alma; en el preciso instante que el desconocido se acerca y me pide fuego para su cigarro…mientras echaba al viento su pensar

 

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