Siempre a la hora de la siesta,
calurosa por demás, acostumbraba a batir palmas desde el ligustro al lado de la
tranquera y por si fuera poco un chiflido bien agudo, que atraía a la perrada
que estaba echada debajo de la sombra del único árbol, provocando un despelote,
qué para la hora, al menos era para ganarse una puteada, y este ostentaba en su
palmarés, no menos de 30 puteadas por siesta
Así era Dionisio. Generoso en su
saludo. Respetuoso en el habla, y bastante ido cuando se pasaba de copas
No solo en esa tranquera, causaba ese
quilombo.
En la recorrida vespertina, levantaba
más polvareda que la chata de don Isidro, cuando venía del pueblo para su
rancho por el camino rural, a la sónica velocidad de 40 kilómetros por hora
Quién sabe por qué, se preguntaban
todos. Qué andará buscando ¿? Le dijo Doña Ermelinda al de la Farmacia, para
disimular, mientras se subía a la balanza
Encima el Dionisio, conocido por llevar
encima curdas desactualizadas, no daba pistas. Nunca se sabía si se había
perdido o le había echado otra calidad al tanque…
Así era; y nadie le decía nada, porque
era no molestaba; era muy gracioso cuando estaba sobrio; por eso solo lo vieron
unos pocos en ese estado
Ese episodio en las siestas ya no daba
para más. Se repetía sin interrupción. Ni los días de lluvia cesaba.
Para cuando se pasó de castaño oscuro,
el que intervino fue el Cura de la parroquia. Se ve que no aguanto más porque
las viejas se confesaban y el único pecado que declaraban, era el de Dionisio
Viendo que su fuente de trabajo corría
peligro, suspendió la misa de 10, que era el único oficio religioso del día y
se fue hasta el boliche, porque a esa hora, estimo que el Dionisio, estaría
calibrando la barra
Efectivamente. No se equivocó el Padre
Engelberto. Fue de sotana para darle seriedad al cruce que pretendía tener.
Saludó con fiereza, se aferró al crucifijo y se adentró hasta donde la luz no
llegaba a dar con las botellas de tinto
BUENAS¡!! Dijo con autoridad, clavando
su mirada en los ojos revoleados del Dionisio, que respondió con un gesto
respetuoso, pero sin decir palabra
ESCÚCHEME¡!! NO SE DA CUENTA QUE ESTA
SEMBRANDO LA DISCORDIA EN ESTE PUEBLO DE PAZ ¿?? ME QUIERE DECIR QUE ANDA
HACIENDO EN LA TRANQUERA DE LA GENOVEVA TODAS LAS TARDES; MOLESTANDO A LOS
PERROS e INTERRUMPIENDO LA SIESTA ¿? NO LE DA VERGÜENZA ¿?
Demasiado sermón, para el Dionisio, que
la última vez que estuvo en la parroquia fue cuando lo bautizaron
Con la parsimonia acostumbra. Se acodó
en la barra. Tomó la medida de caña. Giró a donde estaba el cura y le respondió:
“NO SE ENOJE PADRE… AL QUE LE CHIFLO ES AL MARIDO; LA GENOVEVA A ESA HORA ESTÁ
EN MISA”
El cura pegó media vuelta y se fue
Jajajaja. Muy bueno 😊
ResponderBorrarGracias Clau !!!
BorrarGenial, sobre todo el giro final.
ResponderBorrarGracias Hugo !! Un abrazo
BorrarJajaja, ni chito'el curita.
ResponderBorrarGracias por comentar
BorrarJajaja! ¿Que barrio no tiene un Dionisio? Que recuerdos trae cada historia...
ResponderBorrarGracias Pato!!
Querido Sebastian, gracias por comentar. Un abrazo
BorrarJajaja! Pueblo chico, infierno grande.
ResponderBorrarAsí esss !!!!
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