sábado, 30 de octubre de 2021

Dionisio el justo

 

Siempre a la hora de la siesta

Calurosa por demás

Acostumbraba a batir palmas desde el ligustro al lado de la tranquera y por si fuera poco un chiflido bien agudo, que atraía a la perrada que estaba echada debajo de la sombra del único árbol, provocando un despelote, qué para la hora, al menos era para ganarse una puteada, y este ostentaba en su palmarés, no menos de 30 puteadas por siesta

Así era el Dionisio.

Generoso en su saludo. Respetuoso en el habla, y bastante ido cuando se pasaba de copas

No solo en esa tranquera, causaba ese quilombo.

En la recorrida vespertina, levantaba más polvareda que la chata de don Isidro, cuando venía del pueblo para su rancho por el camino rural, a la sónica velocidad de 40 kilómetros por hora

Quien sabe porque, se preguntaban todos. Que andará buscando ¿? Le dijo Doña Ermelinda al de la Farmacia, para disimular, mientras se subía a la balanza

Encima el Dionisio, conocido por andar con curdas desactualizadas ( nunca se sabía a que día correspondía), desorientaba y no daba pistas. Algunos aseguraban que se había perdido y otros que le había echado otra calidad al tanque…

Así era; y nadie le decía nada, porque era bueno y no molestaba; era muy gracioso cuando estaba sobrio; por eso solo lo vieron unos pocos en ese estado

Ese episodio en las siestas ya no daba para más. Se repetía sin interrupción. Ni los días de lluvia cesaba.

Para cuando se pasó de castaño oscuro, el que intervino fue el Cura de la Parroquia. Se ve que no aguanto más porque las viejas se confesaban y el único pecado que declaraban, era el de Dionisio

Viendo que su fuente de trabajo corría peligro, suspendió la misa de 10, que era el único oficio religioso del día y se fue hasta el boliche, porque a esa hora, estimo que el Dionisio, estaría calibrando la barra

Efectivamente. No se equivoco el Padre Engelberto. Fue de sotana para darle seriedad al cruce que pretendía tener. Saludó con fiereza, se aferró al crucifijo y se adentró hasta donde la luz no llegaba a dar con las botellas de tinto

BUENAS¡!! Dijo con autoridad, clavando su mirada en los ojos revoleados del Dionisio, que respondió con un gesto respetuoso, pero sin decir palabra

ESCUCHEME¡!! NO SE DA CUENTA QUE ESTA SEMBRANDO LA DISCORDIA EN ESTE PUEBLO DE PAZ ¿?? ME QUIERE DECIR QUE ANDA HACIENDO EN LA TRANQUERA DE LA GENOVEVA TODAS LAS TARDES; MOLESTANDO A LOS PERROS e INTERRUMPIENDO LA SIESTA ¿? NO LE DA VERGÜENZA ¿?

Demasiado sermón, para el Dionisio, que la última vez que estuvo en la parroquia fue cuando lo llevaron para bautizar apenas de recién nacido

Con la parsimonia de costumbre se acodó en la barra. Tomó la medida de caña. Giró a su derecha (donde estaba el cura) y le respondió: “NO SE ENOJE PADRE… AL QUE LE CHIFLO ES AL MARIDO; LA GENOVEVA A ESA HORA ESTA EN MISA”

El cura pegó media vuelta y se fue

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