domingo, 12 de enero de 2020

Quien te ha visto y quien te ve

Soy el mismo que atravesó la infancia jugando en las calles y potreros de Villa Ballester

Soñando imposibles para animarme a lograrlos de la mañana a la noche

Tuvo que ver mi viejo con su sabia verba y mucho mi alma inquieta para sentir que todo lo podía

Saltando charcos y escapando en bici, atravesando fronteras impuestas por mi vieja

Sin más pasaporte que una pícara sonrisa era capaz de llegar al centro mismo de la tierra, para adornar de travesuras mis días y zurcir historias que mi memoria guarda y en mi corazón laten 

Si no fuera que he cumplido el rito cronológico de celebrar mi natalicio, juraría que sigo siendo el mismo; con otra fisonomía pero el mismo brillo en los ojos

Ya no están mis viejos y tampoco la bici, pero sigo atravesando fronteras, con el mismo pasaporte

Soñando imposibles para animarme a lograrlos de la mañana a la noche

Adornando de versos poemas con tu nombre latidos de mi corazón que guardé en mi memoria

No hay comentarios.:

Publicar un comentario