sábado, 11 de enero de 2020

Cada plenilunio



Como el agua de mar


La luna se rinde a sus pies


Adornando de blanco los pasos


Que en la arena húmeda de huellas


Nocturnos trazos transitan


 


Intrigadas las estrellas


Murmuran entre ellas


Como es que en soledad


Atraviesa la playa la sombra bella


De su esbelta figura que segura va


A su infaltable cita


Tras el brillo espejado sobre el manso oleaje


Cada plenilunio


De mes en vez


Entre cuarto creciente y cuarto menguante


A recibir las caricias que el horizonte le hace


A cambio de los secretos


Que guarda en su mirada

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