sábado, 10 de agosto de 2019

Tiempo de jugar que es el mejor

Los silencios me enseñaron a hablar con los ojos y así aprendí a callar
No me juzgues mal si no se decir lo que siento
Los golpes no son tan buenos maestros como dicen me cortaron las alas antes de aprender a volar
Tuve que ser grande antes de tiempo madurar siendo un niño y así la infancia se cortó abruptamente
Acostumbre a mirar pasar la vida desde un rincón. Qué otra cosa podía hacer ¿?
He tenido que resignar las rebeldías y postergar las ilusiones y si bien nunca es tarde, hay cosas que se hacen cuando se tienen que hacer
Hubiera querido ser como todos los demás. No pude o no me dejaron. Da igual
Nunca pregunté. Jamás me quejé
Me levanté todas las veces que he caído y seguí
Siempre sonreí
Algunos creen que soy caprichoso y en realidad soy firme en lo que sostengo
Porque me aferré a las convicciones y a mi Fe y a las causas que me llevaron a encapsular mi corazón
Duro para timonear tormentas
Sensible para soportar otra marca sobre la misma herida que no termina de cicatrizar
Como la lluvia con los sembradíos recordar duele cuando inunda de tristeza el rostro y hace bien cuando vuelve a germinar el amor que en silencio mis ojos sembraron en mi alma

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