No hay peor cosa, para los que forman parte del núcleo atomizado
naturalmente por la genética social de la esquina, que seas cagón…
Donde quiera que vayas llevas esa esencia, porque “LA ESQUINA”
será siempre donde la barra se junta y si el destino hace que tengas que
emigrar, llevarás por siempre ese lugar donde quieras que estés...
Para eso fue creada por la Divinidad Suprema. Para que sepas con
quien te juntas, quienes son tus gomias y sobre todo patentar tu identidad,
sabiendo para siempre QUIEN SOS...
El prestigio que otorga la esquina es de naturaleza medular…más
cuando se trata de defender ese prestigio en una contienda futbolera.
Contienda futbolera, que llegaba de lado del Victorio.
Era el líder. Nuestro referente. Un ganador.
Todas las minitas del barrio estaban atrás de él.
Si bien todos teníamos voz y voto, las decisiones más pesadas las
tomaba el Victorio.
No esperábamos que eso ocurriera; estábamos seguros que eso nunca
le pasaría.
Desafío barrial en el potrero. Al solcito de enero... chivo el partidito.
No hay cansancio. Hay tensión Extrema. Se juegan muchas cosas.
Las piernas entumecidas por los golpes y por los nervios…el reloj
corre…Faltan dos minutos y viene esa jugada fatídica….enorme patadón del 2 al
nueve nuestro dentro del área.
La vieja que miraba desde atrás del tapial, haciéndose sombrita
con un diario... levantó el tuje de la sillita y gritó Peeeeenal, delincuente ¡!!!!,
golpeador !!!!!
No había dudas que lo que seguía definía el pleito, o no; el
prestigio o el cadalso; la palmadita y el abrazo o la puteada; era el tiro
desde los 12 pasos
Todos en el equipo tienen en la mente que el penal, lo practica,
lo ejecuta, la tiene clara y lo patea el VICTORIO!!
No queríamos mirar…
Victorio agarra la pelota… la pica un par de veces... se da vuelta
para un lado… la pica de vuelta... se da vuelta para el otro y... mira a Jorge fijamente
para rematarlo e intimarlo...patealo vos…
La reacción del Victorio, llamo mucho la atención, pero no
queríamos quemarlo delante de los pibes del otro barrio.
Pensamos cualquier cosa. Que estaba afectado por la radiación UV o
de los 45° a la sombra, o que algo se le había ocurrido…
Era mucha ventaja que no podía otorgar, cuando lo que estaba en
juego era el prestigio de la esquina, por lo que el Victorio le dice a Jorge,
que iba a distraer al aquero, con aquello del auto…
Muchos de los pibes se acercaron a darle una palmada, como quien despide
a un muerto…Victorio se colocó en la línea de costado…cerca del área donde se
patea el penal…
No hay sonidos. El silencio es tremendo…
El arquero, es bueno. No se mueve. No le da referencias…
Mirada felina…casi de turro…. Jorge habla en voz muy bajita… algo
está susurrando, pero no se escucha nada…
Corta carrera…. Camina lento hasta el balón…
No queremos ver… que hace ¿??? Porque no le apunta a la cabeza…!!!!!
Tiró suave al segundo palo…y…GOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLLLLLL ¡!!!
El arquero ni se movió.
Se quedó clavado en el piso, mirando las señas que le hacía el
Victorio desde la línea de costado….
Termino el partido. Todos abrazan a Victorio; todos menos yo que
corro a abrazar a Jorge por su gol y para preguntarle qué carajo decía en voz
bajita… Me miró…me contó al oído lo que dijo, nos cagamos de risa y nos fuimos.
La misma calma con la que encaró al arquero para patear el penal y
en voz muy bajita le dijo socarronamente… “CHE, SABES QUE EL VICTORIO SE COME A
TU HERMANA ¡!???”, aprovechando las señas que desde un costado de la cancha el
Victorio le hacía al aquero recordando el episodio del auto… como quien firma
papeles…
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