... Como el hueco de luz, que la ausencia de tus dos paraísos dejó en el patio de tierra de la casa de tu infancia, miré al cielo y pude escuchar la simpleza de la palabra, emanada de tu frescura campechana…
Supe de vos por mi vieja y desde el día que te vi y escuché,
tu sencillez mi alma entera cautivó y en cada cuento, en cada palabra, los
sarmientos de mi Fe, florecían de frutos…
Será por eso… que siento que no has muerto y nunca morirás,
porque como tus dos paraísos, diste a mis ojos, a mi corazón y a todo mi ser, la
imagen que honrándola, he de buscar por el resto de mi vida
Hermosas palabras. Que sea recordado del mismo modo que ha vivido
ResponderBorrarMuchas Gracias ! Así será
BorrarHomenaje merecido. Buenas noches querido Patricio.
ResponderBorrarMuchas gracias Elsa
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