Como la noche
anima a la luna a reflejarse
en la tierra para que el
Hombre sus versos exprese contemplando
su blancura
El fogón ilumina
con sus brasas las
estrellas del cielo ara que
inspiran al alma cuando
brillan
Un
concierto de silencios en derredor
de su fuego atiza pensativo
los maderos ardientes
Chispas vuelan
como luciérnagas cautivando
su mirada envuelto en
el abrigo crepitante
de los leños
Desnuda sus
secretos al calor
rojizo de las llamas recostado
en el manto acogedor de la
esperanza acuna ilusiones que fecundan
dulces sueños
Cobijados de
plegarias nacerán al
amanecer al arrullo
de las nanas
Sin un
sueño no existiría el mañana como un ave
que sale de su nido por primera
vez a enarbolar su vuelo
Termina con
su espera para
comenzar un nuevo camino
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