jueves, 11 de septiembre de 2025

Nocturno amanecer

La noche anterior a la llegada del sol, a la luz del lado oscuro de una luna llena de silencios, cubierto el cielo como lienzo pintado de estrellas, mientras los grillos se hacían oír, una esperanza vestida de ilusiones, sembraba sus sueños en el viento como quien elevaba una plegaria deseando que la lluvia esparza sus gotas en los cultivos de su alma

El viento, cómplice de lo invisible, acariciaba los rostros dormidos, convulsionados de paz. Las ramas susurraban melodías y a la sombra de los deseos florecían las horas

En el umbral entre la noche y el día la incertidumbre no pedía certezas, solo el gesto humilde de ser escuchada, como quien confía en la tierra sin saber si habrá cosecha

Porque hay noches que no terminan amaneciendo, solo se transforman en espera y hay plegarias que no buscan respuestas sino el cálido abrazo de la esperanza

4 comentarios:

  1. Ha sido un placer leerlo. Me gustó

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  2. "hay noches que no terminan amaneciendo" quizás porque el día se presenta negro o gris, (alargan la noche) con tristezas y nostalgias que a veces ni siquiera sabemos por qué están presentes.
    Hermosa imagen.
    Buen fin de semana querido Patricio.

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