Una luz que no alumbra, encandilada de suspiros que no se conocen
y sin embargo se saben, se buscan pacientes
Entorno a la mesa un cúmulo de sinceridades exponían sus
fueros y un aire primaveral adornaba con su calidez las intenciones que se
asomaban sorprendidas mirándose como si supieran que el silencio también se
comparte
No hay promesa, ni nombre, ni destino. Tan solo presencia
repleta de temblor embriagado de emoción
No hay urgencia, el reloj ausente de horas da lugar al tiempo
que por una vez no vuela
Una bruma de palabras no se disipa quedando en el aire el
recuerdo de lo que no se dijo, pero se escuchó con claridad
Las miradas se rozan, sin tocarse y en ese espacio, el aura imperceptible de un beso dejó una estela en el aire… y allí quedaron mirándose de lejos sintiendo de cerca caricias que no existieron, pero dejaron erizada la piel
Estimado. Admiro sus inspiradas letras
ResponderBorrarLe agradezco sus palabras
BorrarEl reloj ausente y el silencio compartido.
ResponderBorrarLo disfruté de principio a fin.
Buenas noches de sábado.
Muchas gracias Elsa ! Un abrazo
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