martes, 23 de septiembre de 2025

Como niebla desvanecida

Entre la primera y la última vez hay un territorio que solo recuerda el olvido

No existe vez con rango de penúltima ni en la estadística forzada de la razón, tan ciega de palabras como muda de miradas, convencida a regañadientes que el tiempo se vive o se extingue, ilusamente aferrada a creer que habrá otra vez y ese instante anterior dura menos que la llama de un candil sin aire

Desvanece lento el momento en que nació la palabra y aprendió a decir lo que sentía el día en que empezó a callarlo… Es el híbrido dudoso del intermedio, del gesto repetido sin saber por qué, de la mirada que no fue la primera pero aún no sabía que sería la última y es que la vida sucede ahí… en lo que no se celebra ni se llora, en lo que no se sabe y se bautiza sin nombre  

Entre la primera y la última vez hay un todo mendigo vestido de rico, repleto de nada, vacío de alma, balbuceando palabras que nunca dijo cuando era el momento y ya sin presente, mañana será un día nuevo, pero sin próxima vez

4 comentarios:

  1. Lo que no se dice en tiempo adecuado, puede perder la oportunidad de dar a conocer lo deseado.
    La primera vez puede ser también la última.
    Para pensarlo.
    Buenas noches. Saludos.

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