Sembrado de niñez

A orillas de las aguas del río de la inocencia, sembrada de niñez floreció mi vida, esparciendo semillas de juegos y risas por el camino mis huellas dejaron pistas para que pudiera regresar

Donde el viento y el cielo arremolinan las nubes a abrevar de lluvia su blanco, mis bríos cabalgaban libres sobre las praderas de la ilusión

Sin horas el día transcurría entre siestas sin dormir remontando barriletes hasta el sol y llegando en bicicleta donde el primer amor latía

Iluminado de luna contaba hasta cien el que cantaba “zapatilla de goma” y que se embrome el que no se escondió y como si nada de repente pasó la infancia corriendo veredas y saltando entre zanjones y a la vuelta de una manzana dejé mi traje de niño y me vestí de hombre

Noche a noche regreso siguiendo el camino de aquellos juegos entre tantas risas, a orillas de las aguas del río de la inocencia a refrescarme de infancia, trepando árboles y persiguiendo mariposas, sembrado de niñez, con el amor de mi madre en la sonrisa y la nobleza de mi padre en los ojos