domingo, 15 de marzo de 2020

Carta a los Saduceos y Fariseos



Jamás renunciaré a mi Fe


No confundas mis plegarias con blandura


Mi refugio es el Cristo que tu niegas


Aunque la tranquera de mi corazón


Parezca cerrada desde lejos


De par en par abierta siempre está


Dificulto puedas ingresar a mi apero


Por más terrones que traigas


No es para cualquiera montar a pelo este potro


Con la fusta no se doma si es que pretendes


Sus bríos ni siquiera hagas el intento


Es como encerrar el aire entre tus manos


No me postrare a besar el anillo a ningún Rey


Por portación de blasones


Fiel a mi sentir no traicionaré a la sangre


Donde procede hasta la última gota de mi esencia


Antes que mi alma entregar a la cegada estampida


De la imposición que todo se lleva por delante


Prefiero morir a rendir pleitesía a la mediocre paganía


Escondida entre las sombras


Cobarde como la hiena

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