Érase el tiempo
De poetas
Inspirados en la noche
Admirados por la luna
Recitándola en versos
Inmortalizando su blancura
Cantando sus dones
Queriendo descubrirla
Pretendiéndola propia
Hasta que el Día Rey
Impedido de llegar
A lograr lo mismo que la luna
Por decreto abolió la noche
Ordenó detenerla
Ocultar su cara
Detrás de un eclipse
Y desterrarla al monte del olvido...
Y perdió su luz la blancura
Y la inspiración dejó de existir
Las almas quedaron en pena
Y los corazones solitarios
Las estrellas sin su brillo
Y los enamorados sin besos
Cuentan que por las noches
En las arenas... a orillas de cualquier mar
Puede verse a la luna
Encerrada en el altillo del monte del olvido
Asomar su blancura
Reflejada en las aguas
Para iluminar los besos de los enamorados bajo el brillo de
las estrellas
y los versos inspirados en ella, nacidos en el corazón
solitario de un poeta
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