martes, 1 de octubre de 2019

Halcones y Palomas

No parecía gran cosa
Nadie dio dos mangos, cuando pasó
entre los parroquianos y se acodo bien al centro de la barra colmada de habitues que se miraban anonadados, no pudiendo comprender la osadía de ese desubicado

No solo copó la parada, sino también se hizo cargo de todos los murmullos con una sonora carcajada, típico de provocador, mirando a todos a la cara
Nadie se le animo, y eso lo agrandó aún mas, a punto tal que se chamuyó a la morocha que estaba sentada sobre un musculoso más grande que el portón de entrada, lo cual, era firme sentencia de muerte

Pero no. El tipo se le plantó de frente y solo con la mirada lo sentó de traste al grandote

Ya, para ese momento, paso que daba, se abrían todos para no toparse con el
Hasta que el dueño del boliche se atrevió a enfrentarlo y entre la muchedumbre pego el grito "pero quien carajo te pensa que so vo"

El silencio que siguió a esa frase, que sonó como un tiro en medio de la noche, paralizó los pulsos y como dos cowboys enfrentados quedaron frente a frente, a unos 14 pasos entre sí

Las luces ensombrecían el entorno
La seguridad privada, los patovica y la cana impidieron que alguien evitara lo inevitable 

Los que estaban afuera ingresaron, para ver el cruce de dos guapos pero no...
Increíblemente, el desconocido reculó y sin mediar palabra se fue por donde vino

Insultos por doquier, acompañaron su salida. "Cagón" fue el más leve
Todo fueron a vivar al eventual vencedor, hasta que el portero, cortó el mambo triunfalista con un grito aterrador "Noooooooooooo" 

Terminó declarando en la 25, a las 5 de la mañana, cómo una morocha, un grandote musculoso y un tipo al que nadie daba dos mangos, se robaron la recaudación y el auto del dueño del boliche, que apenas pudo declarar... "pero que pedazo de hijo de puta"

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