Quien diga
que esperar es en vano
No sabe de
siembras y cosechas
Ni de la
lluvia que acaricia los cultivos
Y paciente calma
la sed de la tierra
Ni del
fruto que madura en el fértil
Vientre de los
corazones
Acunando
entre brazos
Nanas llenas
de ilusiones
Ni del sentir
silencioso del amor
Que late en
sueños y al despertar
Llevar en
sus ojos el color de una sonrisa
Dibujada
por los besos que sus labios
Buscarán
toda su vida…
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