Un hecho pocas veces visto. Era un verdadero animal. Literalmente lo hacía hablar al bajo y figuradamente se desfiguraba cada vez que lo tocaba.
Una marcada diferencia respecto de los otros chicos que jugaban en la calle; el pibe se pasaba tardes enteras encerrado en su pieza, lo que aumentaba más aun los comentarios en el barrio “este chico va a dar que hablar” decían todos
En tantísimas oportunidades quienes le conocían se atrevían a decir a sus padres, don Cholo y doña Ramona, porque no lo llevaban a que lo vean algún entendido en el tema.
Fue así que averiguaron donde llevarlo y decidieron acompañarlo hasta lo de un maestro en el tema. Las sesiones duraron mucho tiempo; el chico realmente experimentó un cambio notorio en sus rutinas. Ahora se lo veía en la calle en horas del día. Más “normal” decían las vecinas y hasta sus falanges recuperaron la forma desde que el maestro le enseñó como tocar mejor el bajo.
Es que no podía ser que se pase tantas horas encerrado en su pieza…
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jajajajaja pobre pibe
ResponderBorrarUn "artesano"
ResponderBorrarUn cambio que fue necesario para hacerlo vivir la vida de una manera diferente y convertirse en un mejor músico. A veces los cambios son buenos, otras no tanto. Todo depende de muchos factores y del entorno de cada uno.
ResponderBorrarBuenas noches Patricio. Un abrazo.
Muchas gracias Elsa
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