lunes, 8 de diciembre de 2025

Imágenes Borrosas

Nunca me quisieron; mejor dicho, nunca me sentí querido. Al menos eso es lo que yo vivenciaba

Reclamaba cariño del único modo que sabia. Haciéndome el pavo para llamar la atención. Al fin de cuentas era un chico. Pero los años pasaban y la cosa seguía igual.

Un profesional especialista recomienda, visualizarlo, asumirlo, internalizarlo, hacerse cargo, tomar la decisión de cambiar y seguir adelante. Pero aceptarlo… me fue realmente muy difícil

Cualquier sacerdote, confesión mediante, orientaría al perdón y a la reconciliación con el alma. Pues bien… por ahí anduve y digamos que al menos hoy estoy en paz

Nada me fue fácil. Me hice para adentro y aquel chico extrovertido se blindó detrás de una sonrisa

Soy un resiliente con patas. Ese fue mi fuerte. La permanente reconstrucción de mi ser. Me hice un lugar desde la periferia y cuando he sido requerido de corazón actué. En la foto en la que todos salen peinados no falta nadie. En las bravas… estuve yo. Mi mano siempre tendida a nadie negué porque jamás hice distinción de quienes me necesitaban

Es causa entonces, que todo en mi vida, refiera a la infancia y a todos los momentos que sonreí desde el alma, que han sido muchos. Es causa también que aquello que late en mi corazón vive en mi

Así las cosas, por acumulación de hechos, dejé de mendigar amor y poco a poco fui alejándome de un fogón que no me daba calor y marché para mis adentros. Cambié la sonrisa, por el blindaje de una armadura que me daba protección

Había tomado una decisión. Nada ni nadie me iba a lastimar y en ese largo período… de emociones controladas, las cortaba apenas nacían, como brotes de un tallo. Claramente no quería volver a sufrir de ilusiones marchitas.

Era obvio. No era yo, sino un personaje. Cada vez que asomaba a la superficie, mi sensibilidad sin piel no resistía la más mínima exposición y lo peor… ya no creía ni sentía. Me transformé en una planta silvestre, mezclada en la maleza

Enfundado en ese personaje, también me equivoqué. Mucho. Comenzando conmigo. Anulé toda conexión con el entorno y la pureza de aquel niño afecté. Era como mirar jugar desde una ventana… El dolor no me dejaba sentir y proscribí las palabras que en mi corazón latían

Después de tanto tiempo, me encontré. Fui a buscarme a las profundidades de mi ser y rescaté, primero al niño y después a mis sentimientos. Una vez más, volví a reconstruirme. Pero ahora era distinto. Encontré el equilibrio. Me independicé de la necesidad y por primera vez me sentí seguro.

Pido perdón. Al niño que sepulté. Al hombre que defraudé y a las personas que dañé con mi silencioso accionar.

Doy gracias. A quienes supieron comprenderme, me acompañaron y tendieron su mano. A Dios

Una sonrisa plena habita mi rostro. Mi alma está en paz

2 comentarios:

  1. Lindo leerte Pato querido. Cuando uno descubre lo que pasó y pasa, es genial poder asumirlo y tratar de ser mejor y mas feliz !! Sos un gran tipo, una gran persona y un mejor amigo !! Hablo con gran conocimiento y experiencia propia. Abrazo enorme campeón !!

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    1. Mi querido amigo. Solo decirte GRACIAS por haber dibujado una sonrisa en aquellos tiempos y por seguir haciéndolo después de tantos años. Será motivo de brindis en el próximo encuentro. Fuerte abrazo

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