De tanto destino esquivo
Impertérrito imploraba
Dar su vida tan solo por un instante
Frente a sus ojos
Intuyendo que, aun así
Solo un milagro perpetrado
A instancias del tiempo
Le bastaría para abrir aquella puerta
Que jamás se atrevió a atravesar
En su valiente cobardía cabalgar
Bríos de emoción galopar
Orientado de latidos
Llegar a orillas del mar de sus sueños
Para ver el amanecer de su mirada
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