Domingo por la mañana. Es muy temprano para estar levantado.
Ya pasé por la higiene personal (debo poner un foco nuevo al
espejo del botiquín del baño).
Mientras la pava se calienta en la hornalla hice todas las
labores domésticas.
Empiezo el mate…ya abrí las persianas y ventanas…entra linda
luz.
Me ubico primero en el sillón. Me gusta la fiaca de los
primeros momentos. Paso luego a la mesa, para escribir un rato.
Tengo la ventana del comedor a mi izquierda y susurrando me
invita a volar…
- Esto no me vuelve a pasar….!!! (arenga a
mi convicción porque no hay forma que pueda
garantizarme que no me vuelva a pasar).
-
Qué carajo les jode a las personas que juzgan mi
manera de ser ¿? (No sé).
-
Le voy a pasar la franela a los muebles (les veo
mucho polvillo desde donde estoy sentado)
-
Hoy voy a escalar el Himalaya en triciclo… (optimismo
al mango).
-
Al peluquero se le fue la mano… (le dije
que me corte apenitas…).
-
Cuanto fue la inflación de febrero ¿?? (el locutor
de la radio se debe haber equivocado…ayer fui al súper y los duraznos se
cobraban por carozo devuelto como envase de cerveza).
-
Qué lindos brotes tiene el Bambú ¡!! (lo puse
un rato al sol. Aquello que trae suerte es cierto porque puedo verlo todos los
días. Debería poner flores nuevas en las macetas del balcón…).
-
Que boluuudooo ¡!! (acabo de volcar el mate sobre la
notebook; la resucitación me costó 5 rosarios)
-
Esta semana me hago tiempo y empiezo a correr ¡!! (Bueh...).
-
El próximo cuatrimestre no voy a dar clases… (debería
definir a que cuatrimestre me refiero, porque vengo diciendo lo mismo hace
varios cuatrimestres).
-
Si naciera nuevamente volvería a ser como soy… (ahhh seeee
claaarooo… gustas mucho de vos señor narciso ¿??).
-
Son las 12…debería poner la colita de cuadril al
horno… (ya le agarró hambre al gordo que se pone serio como testigo
interrogado para descorchar un Serie A (se cree que tomar vino se va a pasar de
moda)).
-
……………………………….. (se quedó tildado pensando quien sabe
en quien. Deberían ver la cara de pavo).
Caigo en mí abruptamente, como cuando despiertas de un sueño
que sientes que estas cayendo al vacío.
Impulsado por el embrujo del utópico inconsciente me pongo a
escribir (completando aquellos puntos suspensivos).
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