miércoles, 15 de febrero de 2023

La pesada herencia

Víctor Eduardo Raúl

Simple y humilde. Así se presentaba. Así se llamaba. Esos eran sus nombres

Contaba su abuela Hilda que los hábitos costumbristas de entonces así lo establecían. Poco debía llamar la atención entonces que llevara los nombres de sus abuelos materno y paterno (Víctor y Raúl) y de este modo la familia rendía homenaje póstumo; sumado además al sello distintivo, el nombre de su padre (Eduardo) que además inauguraba su título honorífico y adornaba así el apellido Gazo que con tanto orgullo llevaba

Con el mismo orgullo, altivó marchó Eduardo hasta el registro civil, a inscribir a su primogénito

Linaje que ha de llevar para toda la eternidad. Todo el peso de su árbol genealógico llevaba el recién nacido

Una carga que años más tarde comenzó a preocupar primero y a causar problemas después, sin que nadie se explique el motivo

Pobrecito el niño, que ni apodo le permitían llevar.

Cada vez que se presentara o lo llamaran sus padres, era referenciando el nombre completo. Nada de andar ahorrando la cita distintiva de su identidad.

Sentían que le otorgaban al pequeño, un sentido de pertenencia, casi de realeza y además un distingo respecto de sus amiguitos del barrio, que tenían nombres sin estilo y apodos comunes

Conforme pasaban los años, creció en edad y fue enviado a las mejores instituciones, para que su educación fuera la mejor

Por eso fue, que nunca nadie supo jamás, que fue lo que pasó

Inexplicable y doloroso para él, que todos los días se preguntaba, cuál era el motivo por la cual comenzó a ser dejado de lado, en todos los ámbitos donde se presentaba

Le deslizaban excusas con un sesgo subliminal, en el mejor de los casos; y en otros directamente lo rechazaban sin vueltas

Lo que comenzó siendo una sensación, se confirmó con la cruda realidad. Eran sus nombres los que causaban su no inserción y rechazo, en cualquier ámbito

Decidido a resolver esta situación, transitó por cuanto especialista tratara temas derivados de relaciones conflictivas

Pero nunca daba con el profesional adecuado y jamás supo como responder la cantidad de porqué que le preguntaban

Cómo saberlos, si en verdad los ignoraba

Hasta que un día, alguien le comendó que asista a una grafóloga que atendía personas con problemas, y marchó entonces donde la especialista

Aguardó su turno en una salita con un foquito de muy baja intensidad lumínica. Pensaba para sus adentros “será para reflexionar”

De repente se abrió una puerta y fue llamado como lo educaron. Sus tres nombres retumbaron en la salita. Sintió por primera vez, lo que causaban al escucharlos

Se acomodó en un sillón, frente a la grafóloga, quien le dio una cantidad de hojas vacías. Algunas en blanco y otras con renglones. Un lápiz, una lapicera y una pluma

Le pidió que siga sus instrucciones y fue así como, primero dibujó, luego escribió lo que la especialista le redactó; seguidamente le dijo, que escriba libremente, acerca de lo que el quisiera, pero debía hacerlo en un minuto; por último, le pidió que firmara todas las hojas y le dijo que regrese en una semana, a recibir el informe

 

Pasado el tiempo volvió. Más ansioso que cuando asistió a la visita. Puntual como siempre y muy bien vestido; siempre cuidaba su imagen

Cuando le tocó su turno, la cara de la grafóloga ya no era la misma que la semana anterior. Gesto adusto. Rostro muy serio y mirada esquiva. Le hablaba con autoridad castrense sin mirar sus ojos. No evadía su rol profesional, pero a las claras era evidente que quería terminar rápida y que se marche

Ya no le quedaban dudas a Víctor Eduardo Raúl. Algo de su persona, transmitía o generaba una atmosfera negativa y de rechazo. Juntó coraje y la encaró a la especialista en analizar la escritura

“Sepa disculpar Señora. Pero quisiera saber que hice que la ofendió tanto”

MIRE SEÑOR, SOY UNA SEÑORA MAYOR; HACE AÑOS ME DEDICO A ESTO. HE TRATADO CON MÁS DE CIEN MIL PACIENTES Y USTED ES EL ÚNICO QUE SE INSINUÓ DE UN MODO DESCUBICADO Y PROCAZ. USTED TIENE UN SERIO PROBLEMA DE IDENTIDAD QUE PROVIENE DESDE SU PROPIA RAIZ GENEALÓGICA QUE CONSIDERO IRREVERSIBLE. POR MI PARTE LE RUEGO NO SOLO QUE SE RETIRE DE MI VISTA, SINO QUE NO VUELVA NUNCA MAS¡!!

Antes de salir, le entregó una carpeta, prolijamente acomodada, con carátula y separadores, sus trabajos y el informe

En el viaje de regreso leyó; primero el informe y luego desando el camino, leyendo palabra por palabra y no encontró nada ofensivo o alusivo a un lance fuera de lugar

Hasta que… recaló en su firma y allí comprendió todo

Ante la posibilidad cierta, que no quepa en los espacios destinados para la firma, había acostumbrado a firmar con las iniciales de sus nombres y el apellido, para que no sea demasiado extenso

La que tantos problemas le trajo estaba atado al linaje tan cuidado, tan pulido y lleno de honras póstumas a sus antepasados

Desde ese momento, firmaba escribiendo su nombre y apellido completo, evitando aclaración, así no disponga de espacio

Esa era la maldita solución. De haber sabido, hace tiempo hubiera dejado de firmar como V.E.R GAZO




Imagen: https://serenelmundo.com.ar/podcast/herencia_transgeneracional_historias_heredadas/

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