Ni la Pampa, Ni el arroyo, ni el sauzal (homenaje a Don Atahualpa Yupanqui)

No veas… observa

El corazón traduce al alma la imagen de tus ojos

Mira cómo será, en lugar de como fue

De nada sirve torcer historias que ya se escribieron

Más bien traza camino; enseña a sembrar semillas del fruto esperado

Si algo puedes hacer es ser tal como eres

Se faro y guía

Nunca dejes de iluminar

Donde sea que vayas lleva buenas palabras

Brinda y bendice

Agradece y comparte

Cuando seas puesto a prueba, sereno ofrece la mejilla

Vale más tu Fe que la duda del Fariseo

Disfruta de la sabia reflexión. Celebra la expresión de su silencio

No vivas la vida como si fuera un paisaje que se aprecia desde una ventana... las cosas pasan de largo como postes de alambrada, sin llegar a distinguir entre el verde de la maleza, el aroma de una mulita ni la bosta de la vaca que rumiando hiervas se alimenta y por sus ubres el ternero mama su leche