La condena del libre albedrío

La belleza es monótona para quien no cambia su manera de mirar 

El instante anterior del segundo después

El límite parece extenso y resulta tentador. Tanto que se vive atravesando. Total… no pasa nada. No esta medido en distancia sino en tiempo y es apenas un instante el que separa el antes del después.

Algunas frases se repiten como guion: Si todos lo hacen ¿? El trabajo es un ratito nada más¡! Si tengo que cumplir todo lo que me piden, así no se puede trabajar¡!

Parece ser una derivada de los tantos excesos a los que nos hemos acostumbrado. La prevención es aquí y ahora. El segundo después del instante anterior ya es tarde.

Estado, Instituciones Educativas, Empresas, Gremios, consorcios, Aseguradoras de Riesgos del Trabajo, Técnicos y Profesionales de Seguridad, familias, trabajadores… Atención ¡! el mensaje no llega

No oscurezcas que aclarece

Si en cada frase que citas encierras una aclaración, tal vez debas pensar en decir las cosas tal como las sientes… hay vida fuera del paréntesis

 

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Primera Impresión

Cuantas cosas acostumbras a definir en siete segundos…

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Aquí yaces en vida... (Epitafio)

Estamos hechos de variables que provocan permanentes cambios. Puedes asumirlos y enfrentarlos o refugiarte en la estable zona de confort...

 

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Dechados de mediocridad

No te alimentes de excusas porque terminas creyendo en ellas

 

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Identidad de Identidad

Para la pobreza y la riqueza la abundancia y las sobras son la misma cosa

 

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Veto al Beto

Hablar frente a un auditorio es para pocos. Hay que estar muy bien preparado. Para el manejo de la pausa y la respiración, la modulación del tono. La correcta expresión de los signos gramaticales. Evitando expresiones que den lugar a interpretaciones. La regla de oro es hablar simple y seguro, dejando de lado términos desconocidos o de difícil pronunciación.

Se recomienda no caer en la tentación de la deformación expresiva barrial. Esto fue lo que le pasó a Alberto Bustillo, tal su nombre artístico. En el barrio era el Beto; para su vieja era Albertito. Su apellido era Cocherengo; pero no sonaba bien en el ambiente; por lo que su representante le sugirió cambiar por Bustillo. El asunto es que la pegó como locutor y era requerido en presentaciones empresariales y eventos varios.

Una firma multinacional, organizó un evento con la presencia de su Directorio y contrataron a Alberto Bustillo para que oficie de maestro de ceremonias. La música de fondo haciendo juego con las luminarias, siguen el paso de Bustillo al centro del escenario. Cálidos aplausos de bienvenida lo reciben. Acomoda el micrófono y mirando a la audiencia comienza su labor:

“Señoras y Señores, sean bienvenidos a la celebración del centésimo aniversario de SU TOCADOR empresa líder, que durante un siglo se instaló en el hogar de todos los ciudadanos” y continuó… “Me honra estar aquí, junto a esta gran familia de la que me he sentido parte toda mi vida, ya que en mi casa mi madre tenía SU TOCADOR y lo usaba cuando estaba en la ducha”. Algunas caras dieron claras evidencias de desaprobación incomodados con ese comentario

Habiendo percibido en la audiencia murmullos, lejos de amilanarse redobló la apuesta ensalzando las virtudes de la empresa

“SU TOCADOR penetró con su gran envergadura donde nadie se había atrevido” (el tono de los murmullos era notorio). Para cerrar se le ocurrió destacar el éxito de la empresa frente a sus competidores “SU TOCADOR, es el verdugo de las calles”. Terminó en un escándalo. Alberto Bustillo denunciado por las autoridades se quedó sin trabajo. Nunca imaginó las consecuencias que traerían expresar verdugo, cambiando de lugar dos consonantes

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El error de aprobar sin errores (Soliloquio)

Si te acostumbras a acertar por azar tu logro estará vacío. Jamás conocerás el valor de superar el miedo. La mejor lección es aprender de los errores

 

 

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Valor Propio

No por permanecer siempre igual se pierde el encanto

De cierto desierto

El sentimiento es como un recipiente, si se desborda pierde su contenido y cuando se consume sin reponer… vacío quedará

 

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"El que piensa... Pierde" (In memoriam de Pierre Pérez Pitzner)

Se instala como habitual aquello que se fuerza cuando la comprobación de lo probable se demuestra por tendencia y sentencia al silencio a quienes se ubican donde jamás sembrarán su discurso

 

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