Mi casa de infancia
Callecita angosta, con lomadas pronunciadas
Perfumes de rosales y de ruda mezclados en los jardines
El sol al frente, doña Berta al fondo y la bichicome pasando
por el frente de mi casa
La vieja me da miedo. Mucho; las malas y las buenas lenguas hablan
y yo escucho; es un defecto que no puedo evitar, tener ese sentido tan apto
para que me lleguen todo tipo de información que no me deja dormir por las
noches
Su aspecto asusta. Su mal humor espanta y sus modos me hacen
pensar que todo lo dicho es cierto
Busca a chicos sin sueños. Los hechiza y se los lleva a
donde vive, que nadie sabe dónde es
Para colmo, mi viejo, excelente narrando historias, la noche
anterior nos contó a mi hermana y a mí, que la Bichicome se presenta por las
noches, sin que nadie pueda darse cuenta, y solo el aroma pestilente de su
presencia, te hace saber que anda cerca
Nos dio un beso en la frente. Nos hizo la señal de la Cruz y
nos tapó con la frazada y con mi hermana, nos tapamos hasta la cabeza.
Apagó la luz de la pieza y pronto se apagó la luz de todos
los ambientes
Una tenue luz, ingresaba por la persiana que daba a la calle
Solo el canto de los grillos se escuchaba y la respiración
de mi hermana, que dormía en la cama de al lado
Hasta que…
De la verja de la calle, provino el sonido característico de
su oxidada bisagra y los pasos arrastrados y cansinos acercándose a la puerta
La sombra se hacía cada vez más grande y ese olor… Ese hedor
pestilente, confirmaba que era ella
No sé cómo; pero al mismo tiempo, que sentía los pasos en el
comedor, mi hermana abre los ojos y antes que pegué un grito, le tape la boca
con una mano y con la otra sostengo la puerta de la pieza, previendo lo peor
Seguro que es ella. Porque, además como si hubiera
presentido que estábamos despiertos, detuvo sus pasos y ese silencio, nos
paralizó todavía más
Rápidamente pensé en lo que nos había contado mi Papá y me
dije: “LA BICHICOME LOS HECHIZÓ” con lo cual, el temblor de mis rodillas era el
sonido de unas castañuelas
Literalmente estamos encerrados y solos
Ahora tomé el mando. Al fin de cuentas soy más grande que mi
hermana
En segundos pasó toda mi vida frente a mis ojos
La alcé a mi hermana, y con pasos imperceptibles me llegué
hasta el placar que hacía un hueco entre la pared y mi cama
Un vórtice mágico, donde suelo ocultarme cuando no quiero
ser visto
Pero ahora somos dos¡!!
Entonces… la mejor idea que jamás se me ocurrió hasta ahora
CERRAR LOS OJOS¡!! Brillante me dije¡!! Brillante dijo mi
hermana¡!
Mágicamente aparecimos caminando en un túnel, hasta llegar a
una luz, que en un extremo apreciamos
Nos salvamos nos dijimos con mi hermana sin hablar. Pensábamos
en Papá y Mamá, pero ellos eran grandes y podían resolver la situación
Salimos pasando la ruta, muy cerca del arroyo, casi al
costado de un precario ranchito. Por lo que vimos, cerrado y vacío. No había
nadie
Todavía con miedo, nos metimos adentro. Luego explicaríamos,
si alguien aparecía, porque nos llegamos hasta allí
Al ingresar, encendimos la luz de entrada y buscamos donde
tirarnos a dormir
En la mesa del comedor, un centro de mesa, con un jarrón
vacío y un cuadro colgando en la pared, nos dejó con el frío de un tempano. La
imagen nos llenó de terror
Ya era tarde para regresar por el túnel
Ya nada podíamos hacer
Solo pudimos despertar de ese sueño en nuestra habitación… donde Papá nos había tapado. Ya con el sol a pleno en la persiana, un poco de modorra y levantarnos
a tomar el desayuno. En la cocina nos mirarnos en silencio… ese hedor persistía en
el ambiente. Ya no nos quedaban dudas. La Bichicome… había pasado por nuestra
habitación en la noche
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