domingo, 2 de junio de 2019

Una vez cada semana



Sus manos como pedernales


Rozaban de caricias la tibieza de su piel


Fundiendo los labios en abrasados besos


Calmaban con ternura su dolor


Abrazado a su cuerpo temblaba


Al palpar táctil de sus yemas


Un vuelo de silencios surcaba de palabras sus rostros


Cruzando miradas


Nunca se dijeron nada…


Ella enamorada cubría sus ojos y el…


Él se quedaba callado mirándola enamorado

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