lunes, 23 de marzo de 2020

Jemima

Blanco de colores fulgurante de luz desde el cenit emergió y despertó de su letargo el ser adormecido de tinieblas 
Abrió los ojos mudos de habla iniciando el fin de los principios 
Temblorosas yemas acarician la asperidad que el olvido dejo en sus manos 
Buscando entre las ruinas de su alma encontró el amor que alguna vez talló en la corteza del tiempo de latidos su nombre susurrado al viento

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